Se acabo el tiempo, el poco tiempo que me quedaba para ser feliz, se agoto tan rápido que pude sentir como resbalaba por mi cuerpo, todo se torno azul de nuevo y arruino mis planes: el bar, la bebida, el viaje. El tiempo se acabo, calló mis musas y dio fuerzas a mis demonios, puso nuevamente la fruta prohibida frente a mí.
No puedo negar el poco tiempo de felicidad que tuve fue embriagante, adictivo y tal vez lo peor de todo indoloro, ahora que el dolor regresa me es difícil acostumbrarme a esto del vacío en pecho, del veneno en los ojos, de las garras frías, de miradas vacías de almas y almas ausentes de mirada.
Sé que quedare aquí, como una grotesca estatua, como un monumento deforme, como un Picasso mal pintado, como un pincel roto.
Los de afuera no lo notan, es mas casi se alegran por que parezco “la de antes” “la de siempre”. Pues si, eso soy: Darkanel The Dreamer regreso a reinar su exilio de nuevo trayendo historias de tierras exóticas para contárselo a oídos sordos, trajo fotos para los ojos que no ven y trajo licor para los muertos. Regreso a reinar en su reino vacio.
