No se preocupo en lo mas mínimo por su desnudes o las sustancias
que habían entrado a su cuerpo, tan solo quería salir, ver la luz del sol y
alejarse de la bruma. Se adentro en el pasillo, que resulto ser mas largo de lo
que creía, a medida que caminaba empezó a notar un calor superficial, casi como
la fiebre, pero que le dejaba las entrañas frías.
El corredor se retorcía en numerosos lugares, se interrumpía
con escaleras que debía subir y bajar y extraños giros en U, cada 50 metros veía
una cámara que lo seguía con su ojo rojo.
-¡¿Estas seguro que puedo salir por aquí?!- Grito después de
2 horas de caminatas y escaleras.
La voz grave sentencio otro sí.
El calor de la piel aumentaba y el frio de las entrañas no disminuía,
cuando pasó otra media hora, un punzón en su pie le hizo recordar el anestésico de la habitación
oscura, así que regreso para mirar; lo que pudo ver le cortó la respiración y dilato
sus pupilas: cual suela de zapato la piel de su pie se había quedado adherida
al suela.
El terror lo hizo caer de espaldas y al intentar ponerse de
pie vio la plantilla de piel que quedaba en la pared, ahora tenia la espalda en
carne viva, el miedo lo hizo correr despavorido, dejando huellas de piel y
sangre tras él. Pronto la propia fricción de su cuerpo hizo que se le callera
la piel de los muslos, los brazos y las manos que ocasionalmente rozaban un
pasamanos de alguna escalera. La agitación hizo que se le pelara la garganta y
trozos de piel de su cara empezaron a caer, el constante movimiento de su
abdomen hizo que se le rompiera la piel del pecho y el abdomen al punto de
sentir su corazón a milímetros del aire y sus intestinos la borde de salir
desparramados. El rio de sangre y viseras que dejaba atrás eran vigilados
minuciosamente por el lente de numerosas cámaras, cada una a 50 metros de la
otra.
El punto de máximo pavor fue cuando intento gritarle de
nuevo a la voz misteriosa y su mandíbula se desprendió cayendo en algún lugar bajo un escalón
de metal. El pasillo de interrumpió bruscamente con una puerta de metal, al
intentar empujarla, la poca carne que tenia en sus manos y sus hombros cayó
como gelatina, hizo un ultimo esfuerzo y la puerta se abrió.
Pero no pudo ver donde se encontraba, en cuanto tocó la luz
del sol todas las viseras que le que le quedaban se derritieron como hielo,
dejando escapar un vapor maloliente, sus ojos se escurrieron como gotas de petróleo y sus huesos ardieron como
ramas secas
.
En dos segundos el hombre que había ido a festejar el
nacimiento de su primer hijo, que había querido seducir una lesbiana, que se subió
a un taxi sin tener dinero y que fue atrapado por la bruma en una habitación oscura,
se desintegro de este mundo para siempre.
En una habitación, al interior del complejo oscuro, frente a
una serie de televisores conectados a unas cámaras que estaban a 50 metros unas
de las otras, estaba sentado un anciano, al que le faltaba toda carne del lado
derecho del cráneo y tenia en puro
hueso la mano izquierda terminaba una grabación:
-“Después de la exposición
a la Sustancia Toxica come carne conocida como ST01, el sujeto experimental
numero 85 se ha sometido al Fármaco En Prueba numero 78 con variación en el
elemento 3, conocido como FEP78-3. El nuevo fármaco retrasa el avance de la
toxina, pero no la elimina y esta continúa disolviendo al huésped. La toxina
aun se activa a su máxima potencia con la exposición a la luz solar disolviendo
instantáneamente al huésped” El elemento 3 que he extraído de mi sangre no es
el inhibidor que evita que la toxina consuma mi cuerpo en su totalidad. Mañana debo
buscar al sujeto experimental numero 86.”