lunes, 31 de marzo de 2014

Día 59: Desierto.

El avión se había estrellado en medio de un océano sólido, que caminaba  al ritmo del viento. Esteban, llevaba ya tres días bajo el sol abrazante, su última botella de agua se había acabado en la mañana y ya no tenía líquido corporal para nada: sentía los ojos secos y vidriosos, cada vez que parpadeaba sentía que se frotaba papel de lija en la córnea. El día parecía no terminar, como si alguien, un dios sanguinario probablemente, hubiera pegado al sol en un punto fijo en el cielo; la ineludible realidad de la muerte ataco a Esteban, justo cuando sintió sus pulmones en llamas, como si tuvieran fiebre. Se derrumbó en lo alto de una duna, con los labios resquebrajados y el pecho seco, fue en ese momento que el desierto reclamo su cuerpo, entrando por cada orificio de su cuerpo, comiéndoselo como una gigantesca boca que se come caramelo. 

domingo, 30 de marzo de 2014

Día 58: Bote.

Se despertó flotando en el bote, río abajo, rodeado por acantilados escarpados, imposibles de escalar; no recordaba como había llegado al bote ni mucho menos al río.El sol estaba en algún punto tras él, proyectando su sombra y creando un ambiente lúgubre. El río se veía profundo y oscuro, por lo que no se arriesgaba a nadar en él.
Tras lo que parecieron ser horas, una figura apareció en el horizonte serpenteante del río: parecía ser un tronco, pero al acercarse se dio cuenta que era un cuerpo humano descompuesto, que flotaba boca abajo, ocultando sus rasgos podridos. El cadáver pasó junto al bote y se perdió en la distancia,

Pronto el río se lleno de cuerpos que flotaban exponiendo su podredumbre, y sus rasgos deformes. El sol se oculto tras las montañas y los cuerpo empezaron a subir al bote.

sábado, 29 de marzo de 2014

Día 57: Sangre.

El hombre se sentó en las ultimas filas de la iglesia, mientras veía al Padre levantar el cáliz y dar gracias al cielo, todos los fieles bajaron la cabeza mientras el obispo bebía un sorbo de vino y se relamía en un gesto discreto; al ver esto la mirada del hombre en la ultima fila centelleó un segundo.
El hombre hizo un gesto hacia la final de la misa y señalo el cubículo del confesionario, al cual el cura ingreso minutos después.
"Perdóname padre, pues voy a pecar, pero todo será en nombre de Dios" dijo el hombre en cuando la ventana del confesionario se abrió para dejarle ver la cara del cura. El obispo entornó sus ojos "¿Que?" preguntó el anciano.
"Yo lo conozco, padre y se que no ha abandonado sus vicios" El cura se alarmó y al tratar de levantarse sintió una punzada en el pecho: entre las tablas del confesionario de deslizaba una espada delgada que lo atravesaba de lado a lado. "Sé que usted sigue bebiendo sangre y no sólo la sangre de Cristo"

Un olor a gasolina llenó la túnica del sacerdote mientras el hombre misterioso salía del lugar arrojando un fósforo encendido. Los gritos del clérigo inundaron la iglesia, gritos desgarradores y agudos que no podían ser fruto de una garganta humana. Mientras los fieles se acercaban curiosos y temerosos a la cabina humeante, un hombre de traje salia cabizbajo de la iglesia, ser cazador de vampiros era algo que empezaba a aburrirle.

viernes, 28 de marzo de 2014

Día 56: Peste.

El olor invadió el pequeño cuarto de Gerardo, era peste caliente y tan ácida que le picaba los ojos y le revolvía el estomago. El viejo enterrador se levantó de su cama y dirigió su mirada hacia el antiguo cementerio oculto entre la densa neblina de la noche fría. El hombre tomo su pala y se aventuro a la intemperie: toda la semana había escuchado pasos que recorrían el cementerio, golpeando las lapidas y haciendo caer las macetas donde reposaban las flores traídas a los difuntos.

Gerardo pensaba que eran jóvenes probando su valor a un grupo de amigos, pero conforme pasaban las semanas la idea evoluciono a algo mas siniestro, tal vez cultos oscuros, pervertidos enfermos que encontraban placer en los cadáveres. Esta idea quedo casi confirmada cuando, al acercarse a una tumba fresca la encontró abierta con el ataúd deshecho y la tierra revuelta.

Miro a su alrededor y escucho en silencio: Cargar con cadáver no era fácil, pero aún así, el lugar permanecía silencioso, impenetrable como detenido en el tiempo. Gerardo regreso a su vieja casucha pensando que sí ya se habían robado el cuerpo, podía esperar hasta mañana para hacer el denuncio.

La casa aun estaba llena de la peste, pero seguía siendo mejor que pasar la noche afuera, cuando Gerardo cerraba la puerta recordó que el ataúd estaba abierto como si lo empujaran desde su interior y que la tierra a su alrededor se esparcía en dirección a su casa. Un escalofrío intenso recorrió su cuerpo cuando se percató que la peste provenía de debajo de su cama.

jueves, 27 de marzo de 2014

Día 55: Infiel.

Después de gozar de su cuerpo tibio y suave, que ajustaba sus movimientos de manera rítmica a su anatomía, en medio de la oscuridad se reconocieron, probaron del néctar de sus cuerpo y durante un segundo se hicieron uno, en un momento donde ambos fundieron de su humanidad y pusieron lo mejor de cada uno al interior del otro. Al terminar, él no pudo quitarse la sensación que al acostarse con su esposa le había sido infiel a su amante.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Día 54: Dar. (microcuento)



"No puedes dar de lo que tienes" le decían siempre, pero él lanzaba una sonrisa y contagiaba a todos de risa, sin que nadie nunca supiera que él no había sido feliz un solo día de su vida

martes, 25 de marzo de 2014

Día 53: Domador.

La gente reía con los payasos y sus divertidas ocurrencias, guardan silencio ante el hombre que escupía fuego y los malabaristas, se maravillaban con el mago que sacaba y sacaba objetos de su manga, la contorsionista y sus flexible cuerpo de caucho que hacia mal pensar a los caballeros del publico. Pero los aplausos se los llevaba el domador de animales que hacía saltar a los leones a través de aros de fuego, que los tigres hicieran pirámides unos sobre otros y que un uso se balanceará sobre una pelota. Cuando la función terminaba y el domador hacía la reverencia ante el publico, la manada de animales le salto encima y lo devoraron ante la atónita mirada del publico que no tardó en salir en medio de un ataque de pánico. Lo que causó el repentino ataque de los animales, según declararon varios domadores consultados, fue la reverencia del hombre hacia el publico: sus animales entendieron que sí él se inclinaba ante alguien, ellos no debían inclinarse ante él.

lunes, 24 de marzo de 2014

Día 52: Maldición.

El vidrio vibraba con cada piedrecilla que Antonio tiraba, pronto Aurora asomó su cabeza por la ventana, le hizo señas para verse en el jardín trasero y luego retorno a su habitación oscura. La media luna iluminaba de manera misteriosa el rosal de la casa, la figura de Aurora, como una diosa de plata y cristal atravesaba el patio a paso firme.

"¿Es cierto lo que dicen? ¿Que te vas a casar a Marcos?" A pesar de la escasa luz, Antonio vio como Aurora se sonrojaba avergonzada y ocultaba su rostro entre sus manos.
"Pero yo te amo, huye conmigo" Aun sin levantar la mirada, ella niega y susurra "Yo también te amo, pero Marcos es un hacendado y tu apenas un peón"

Antonio no puede dar crédito a sus oídos y con una sonrisa triste, extiende su mano, toma el rostro de su amada y la obliga suavemente a mirarlo a los ojos.

"Te amo tanto, que espero que tu vida sea prospera , llena de pasión y salud, pero escúchame bien pues así te maldigo: que estés durmiendo con otro hombre, pero soñando conmigo"


Antonio se marcho en medio de la noche mientras aurora se estremecía al pensar en su maldición.

Día 51: Alarma.

La alarma sonó de manera estruendosa y repentina , sobresaltando a los bomberos en sus casas, era un pueblo chico lo que les permitía ir a sus casas y pasar tiempo con sus familias, ver crecer a sus hijos y vivir en calma. Pero esta noche todos corrían de manera errática por las calles, como si hubieran olvidado el camino a la estación.; el humo del incendio se extendía por todo el cielo de la ciudad, así que los bomberos se encontraron en la intersección principal de la ciudad, donde el mas experimentado pudo ubicarse para llegarlos, por un camino de calles serpenteantes a la estación. Pero muy tarde, el incendio la había reducido a cenizas.

sábado, 22 de marzo de 2014

Día 50: Tacones.

Jane llego agitada y cansada a su casa. Se desprendió del largo vestido de sena negra; tiro los tacones de aguja bajo el sofá y se alborotó su corto cabello rojo. Desnuda como estaba se sirvió un buen vaso de Whisky, me miro al espejo y vio la quemadura en su cuello causado por el collar de plata que le habían regalado y mas abajo, justo en su pecho los tras agujeros de bala que empezaron a cerrarse. Se metió a la tina para lavarse la sangre de las manos y los brazos y pensó para si lo solitaria que se sentía ser la única mujer lobo de la ciudad.

viernes, 21 de marzo de 2014

Día 49: Efervescente.

Había un olor salado en el aire, que sólo podía asociar al sol intenso que tostaba el pasto en la tierra. El sonido efervescente de un cuerpo que entra al agua violentamente llenaba el ambiente. las nubes cruzaban el cielo, dejando una ligera franja por la que se asomaban algunas cometas lejanas. Dos pajarillos peleaban por un poco de fruta mientras sus gritos de batalla eran confundidos con alegres de melodías. Era el perfecto día de verano.

jueves, 20 de marzo de 2014

Día 48: Música

A veces cuando me siento a escribir también creo música: el golpeteo de mis dedos contra el teclado o el retumbar del lapicero contra el papel marcan el compás del canto de la musa. Y cuando el ritmo invade el papel, la tinta inicia un crescendo que termina en el impenetrable silencio del ponto.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Día 47: Bosque.

Los arboles se extendían hasta rozar el cielo, tapando casi toda la luz, dándole al bosque un extraño tono verde, los sonidos de las aves resonaban en los troncos huecos con un tono lúgubre, 1/8 mas grave de lo que deberían. Martha caminaba sin saber exactamente como había llegado a este lugar, los últimos hechos estaban borrosos en su mente, como si los viera a través de una ventana sucia: recordaba un accidente de transito, un auto que se salia de la carretera y ¿caía en el bosque? No estaba segura.

Ella estaba intacta, aunque recordaba haber visto una mujer herida en el auto, por eso había corrido al bosque para buscar ayuda. Pero el tiempo pasaba y el bosque se ponía mas tétrico a medida que avanzaba, parecía un gran océano esmeralda que se extendía hacia los limites de la realidad y esto inquietaba a Martha, quien empezo a correr y a gritar por ayuda haciendo que sus pasos resonaran a lo largo de todo el lugar.

Martha alcanzó el verdadero pánico, cuando recordó que no había nadie con ella en el auto.

martes, 18 de marzo de 2014

Día 46: Remolino.

El viento soplaba de manera errática, sin una brisa coordinada, como si escapara para todos los lugares al mismo tiempo, el cabello de Maria hacía visible el recorrido del aire mientras el remolino se agitaba a lo lejos. "Sólo la sangre pura calmar a la bestia" había dicho el anciano adivino la noche anterior en medio de un trance denso como neblina.

Maria se acerco a la bestia mientras Miguel le gritaba que regresara al refugio, que el anciano sólo estaba loco, él no se aventuraba a buscarla por los escombros que volaban por los cielos. María se desvanecía en una nube de polvo y basura que se levantaba a la par del tornado.

Pronto una columna de sangre se levantó tiñendo el cielo de rojo y haciendo ver al remolino como una gran vena palpitante que unía, cual cordón umbilical, cielo y tierra. La tempestad termino casi tan pronto como terminó, y de María sólo quedó una leve llovizna de sangre que riega el rostro estupefacto de Miguel

lunes, 17 de marzo de 2014

Día 45: Espectador.

Siempre estaba en la primera fila de los sucesos mas relevantes de la historia: la posesión y asesinato de un presidente, la toma del poder de un nuevo pontífice, el descubrimiento de curas y enfermedades que azotan a la humanidad. Se prometió a si mismo que nunca se perdería nada relevante, pero de a poco se le fue la vida, viendo para fuera se le olvido reevaluar su vida, disfrutar sus logros y aprender de sus fracasos, al punto que ni siquiera ser espectador de su vida y mucho menos participe de su muerte.

domingo, 16 de marzo de 2014

Día 44: Real.

Yo soy real porque tu me sueñas, porque imaginas tarde junto a mi y llenas mis pasado con fotos en la playa y en la banca vieja del parque. Muchos dirán que es estas loca, que yo nunca he visto un amanecer, ni tocado la lluvia con la punta de mis dedos y mucho menos tus labios sobre los míos. Pero yo no puedo ser fruto de imaginación, no cuando te regalo flores cada miércoles, no cuando alimentamos a las aves en el jardín, ni siquiera cuando estamos acostados en la cama escuchado música y no importa cuantas pastillas te hagan tomar ni cuantos días pases interna en el hospital. Yo soy real, tangible y solido, y lo sé porque esa vez que te caíste de la bicicleta y te rompiste el brazo, en medio de la radiografía, salió mi mano sujetando la tuya.

sábado, 15 de marzo de 2014

Día 43: Háblame.

Háblame aunque no entienda, por que él sólo sonido de tu voz me alegra el día, susurrame en la noche llenando mi cielo de estrellas, ríete junto a mi haciendo que mi corazón reboce de alegría. Acaríciame lentamente, recorriendo cada cabello de cuerpo y hazme sentir valioso, respétame, cuídame y conversame; que para ti sólo tu perro, pero para mi eres el centro del universo.

viernes, 14 de marzo de 2014

Día 42: Verde.

El aeropuerto estaba rebosante, desde elegantes hombres y mujeres de negocios que habían invertido varios meses de salario en costosos trajes que se arrugarían durante el vuelo y turistas hablando en lenguajes extraños, con camisetas propias del modelo capitalista que reinaba en el imperio del aire.

Francisco esperaba su vuelo, deseaba ver a su novia desde hace años, se habían conocido por correspondencia y al fin era de conocerse. Llevaba dos horas esperando que la pantalla de la sala mostrara la llegada del avión retrasado. La gente empezó a aglomerarse al rededor del hangar y en cuanto las puertas se abrieron una avalancha de gente penetro el punte dejando a las azafatas sin tiempo de ver detalladamente cada boleto, sólo miraban si era el vuelo correspondiente.

En medio de la multitud, una anciana tiró de la camisa de Francisco y le pidió con cortesía y vergüenza su boleto de avión; él, intrigado y como en medio de un sueño estupuroso se lo entregó y se quedó viendo como la anciana entraba en el avión.

El avión despego sin que nadie notara el cambio de ultimo momento, pero al momento de aterrizar, una de sus ruedas se reventó en un lugar de la pista donde yacía una extraña mancha verde, producto de una sustancia viscosa y desconocida.

El accidente no dejo ni una persona que contara los últimos trágicos minutos del vuelo, pero en cuanto los medio supieron de suerte real del joven Francisco, cientos de reporteros hicieron fila fuera de su casa buscando respuesta a la misma pregunta: ¿Que lo había llevando a entregar su boleto en la puerta del avión? Y él sólo pudo responderles: "La anciana que me pidió mi boleto, tenia una extraña mancha en ojo izquierdo, una mancha verde, que parecía ser de apariencia viscosa"

Día 41: Entrañas

Siempre se considero un buen asesino, tal vez no el mejor, pero si un bueno: 43 muertes y 15 heridos de gravedad. Para eso había nacido, él era una especie de mensajero de "Celestino" que en medio de la noche y de manera repentina hacía que las personas se encontran con la muerte; aquella amante paciente que no susurra a todos al oido. Pero esta noche frente al cadáver de la anciana y apuntándole al perro guardián, se dio cuenta que no podía disparar, que no tenía las entrañas para hacerlo. Entonces, en el perro; como demostrándole lo contrario lo ataco y dejo cu cuerpo con las extrañas expuestas.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Día 40: Contracción.

Cuando creí que todo se había vuelto estable, el mundo entero finalmente estaba en su lugar: con todas mi necesidades suplidas, con la luz, el sonido, el calor y el amor completamente cubiertos. Pero en medio de una contracción, violenta y explosiva como un volcán en erupción, quemando mi seguridad y haciéndome arrastrar en un mundo frió y desconocido, con hambre, sed, miedo y en soledad. ¿El problema con esto? Es que yo nacía ya hace varios años

martes, 11 de marzo de 2014

Día 39: Poder.

Ella amaba todo del mundo, las cosas buenas y las cosas malas, las imprevisibles y las obvias. A la gente que reía y a la que lloraba en silencio. Ellas los amaba, por que el estar allí la hacia libre. Salió a caminar en medio de la noche, como flotando en los olores de la flores del parque y zumbando al ritmo del trafico y de la música que se escapaba de los apartamentos. Dio la vuelta en una esquina y una farola se apago al pasar; ella la miro con melancolía, sabiendo que no podría esconder su poder por mucho mas tiempo.

lunes, 10 de marzo de 2014

Día 38: Frio.

La nieve cubría toda la casa, y el camino que la rodeaba. Dejándola asilada, como un punto negro en medio de un océano denso y esponjoso 

Adentro, Ricardo esperaba, básicamente un milagro. Había entrado hace tres días, cuando la nieve no era tanta y había quedado atrapado allí cuando la tormenta arrecio durante la noche. Era un bandido, que había entrado a robar en la alejada casa de campo de una pareja adinerada, ellos estaban muertos ahora, abajo en el sotano.

La leña se había acabado recen y los muebles no ardían con facilidad. Ahora estaba acurrucado bajo una sabana en el piso, desde la noche anterior había escuchado (o eso creia) pasos en toda la casa, sabiendo que estaba sólo era algo que le preocupaba.

La noche avanzaba lentamente y Ricardo ya no podía mantenerse despierto, el fuego termino de apagarse sumergiéndolo en una oscuridad viscosa. Para su desgracia el frio empezó a asenturse mas, le hacia castañear los dientes. Así que decidió que sólo podía quemar la cobija, pero al despertarse, vio los cuerpos de los antiguos dueños de la casa subiendo por las escaleras del sotano.

domingo, 9 de marzo de 2014

Día 37: Mar.

El mar estaba tranquilo, parecía una masa solida e inquebrantable bajo el cielo estrellado, iluminado sólo por una fracción luna, puntiaguda hasta al punto que parecía que pudiera rasgar el firmamento. El barco permanecía quieto, y el capitán empezaba a sospechar que ya no se movían un sólo centímetro a ningún lugar y a pesar que los marineros celebraban la calma, el anciano lobo mar estaba expectante, con el revolver en la mano.

"Capitán, ¿que le pasa?" Pregunto su joven aprendiz. El anciano retiró la pipa que fumaba de sus labios y todos los otros tripulantes se dispusieron a escuchar. "Cuando era un aprendiz de marinero, me embarque en un viaje a los mares del norte, todos habíamos escuchado la historia del Kraken, un monstruo que devoraba barcos, pero esas historias eran muy viejas. Y como es natural en las historias viejas, se pierden detalles; en fin, esa noche el barco se estaciono, como si estuviera en tierra y un hombre saltó hacia la proa, todos fuimos a ver: era un sujeto alto y fornido, como de dos metros y brazos tan gruesos como el mástil. Nos dijo que estábamos en territorio del Kraken y que debíamos irnos, mis compañeros se rieron, pero yo no dejaba de preguntarme de donde había salido ese tipo"

El capitán tomo una pausa y escucho el silencio, luego llevo la pipa de regreso a su boca y continuo: "¿Quien es usted? le pregunte al extraño y él respondió: <<Soy el jinete del Kraken>> en ese momento el agua se agito como si el océano entero quisiera alcanzar la luna y entre las sombras, salieron un par de ojos brillantes como bolas de fuego y grandes como la cabina del que fue mi capitán hasta ese día. El barco estalló en pedazos y sin previo aviso, ¿como sobreviví? No lo se realmente pero juré que nunca más regresaría a estas aguas. Lo que no sabía era que el Kraken cambia de territorio para aparearse"

Todos guardaron silencio ante este ultimo comentario. La tensión se rompió cuando los pasos de un hombre resonaron en la proa, entonces el capitán llevo el revolver hasta su sien y disparó, mientras el pánico se apoderaba de cada integrante del barco, el aprendiz de capitán vio por al pequeña ventana del barco como veinte pares de ojos grandes como la cabina y brillantes como bolas de fuego, centelleaban bajo el mar, ahora inquieto.

sábado, 8 de marzo de 2014

Día 36: Dibujar.



Él quería ser amo y señor del Universo, recorrer la tierra y los males, pelear contra villanos de cada reino existente sobre la hoja de papel. Con su espada de carbón suave y su borrador recorría las planicies vacías del blog de dibujo creaba y hacía apocalipsis en segundos. los años pasaron y sus universos se hicieron extensos, sus trazos firmes y precisos, con detalles milimétricos y colores vibrantes. Pero cuando el artista termino de dibujar y alzó la cabeza vio que había perdido la oportunidad de hacer su sueño realidad

viernes, 7 de marzo de 2014

Día 35: Guerra.

Como pequeñas batallas perdidas, olvidadas en medio del silencio, como cadáveres de soldados escondidos en el armario y entre las sabanas. Así es mi casa, un gran campo de batalla mudo, con luchas a blanco y negro que se llevan a  cabo en mi pasillo, en la concina, en la sal de estar y hasta en el baño. El problema yace en que mi enemigo vive conmigo, me despierta en las mañanas, desayuna junto mí y me acompaña a trabajar. No me deja un minuto en paz, me sigue con su mirada penetrante y con su presencia silenciosa. Y lo que me atormenta de esto, es que vivo en soledad: mi enemigo se asoma al espejo cada mañana. 

jueves, 6 de marzo de 2014

Día 34: Tronco.

a tienda de la esquina se vació hacía el medio día, el sol calcinante se alzaba sobre todo el polvo del pueblo, afuera, en la acera, sobre un viejo tronco caído que reposaba afuera, estaba sentado un gato, que ronroneando meneaba la cola de izquierda a derecha. Los bandidos miraban con precaución la pequeña tienda, el botín no era mucho, pero lo único que podía sacarlos de ese polvoroso agujero, los tres hombres cruzaron la calle vacía y sacaron sus pistolas.

El ruido despertó al gato, que con un movimiento ágil, desenfundo sus propias armas: Sacando garras y colmillos atacó la entrepierna de uno de ellos, desgarrando y haciendo tiras de carne, el hombre asustado empezó a agitarse tratando de desprender al animal, pero en medio de su ataque de pánico sólo logró dispararse en la pierna, haciendo que la sangre brotara como si se tratara de una catarata. Uno de sus compañeros en su afán de matar al gato, lanzo otro disparo que impacto en su estomago y lo hizo caer, mientras el cuerpo caía, el gato se lanzó a la cara del segundo atacante. Los hombres con la mirada atónita y la mente lena de estupefacción no podía dar crédito a lo que estaba sucediendo.

El segundo hombre se sacudía mientras sentía el gato mordía sus ojos y enterraba sus garras en las orejas. El hombre golpeaba al gato con la culata de su arma, esperando matarlo, pero este, es un propio azar desgarro el cuello del hombre con sus patas traseras: tal como una cuchillada en medio de la garganta.

El cuerpo cayó y el gato se dispuso a atacar al tercer hombre, espectador de lo improbable, el cobarde, en cuanto sintió la mirada del gato sobre él; hecho a correr, pero el ágil animal, se lanzo a sus piernas y lo hizo tropezar, con tan mala suerte que el hombre aterrizo de cabeza en el viejo tronco. Su cuello sonó como un palo viejo que se rompe bajo el peso de una pisada, se ahogaba de apoco y cuando se dispuso a gritar por ayuda, el gato termino el trabajo, dejando caer su panza peludo sobre la cabeza inmovil del villano y asfixiandolo bajo su peso.

Adentro de la tienda, el anciano vendedor se asomó al escuchar que todo había terminado, tomó el teléfono y llamo al Comisario local: "¿Hola, comisario? Unos ladrones intentaron atacar mi tienda, pero no se preocupe, el gato guardián se encargo de ellos"

miércoles, 5 de marzo de 2014

Día 33: Caverna.

El cadáver de cabra, los granos y frutas dejados fuera la cueva de la gran serpiente comenzaron a descomponerse, pero aun no había señales de esta. Los habitantes de la pequeña isla, humanos primitivos y cobarde se reunían esporadicamente a mirar desde la lejanía como la bestia engullía los regalos dejados por ellos en favor de comerse a los niños. Pero hace tres días el monstruo no salía de la cueva; así que los hombres mas valientes empuñaron sus lanzas y sus arcos para adentrarse en la cueva. En ella encontraron una tira de piel de 18 metros de largo, gastada y desgarrada, sin entrañas en su interior. Los guerreros celebraron la muerte de la bestia, sin percibir que a pocos metros de esta, una serpiente de 20 metros de largo, con una nueva y brillante piel, se dirigía a la aldea llena de niños

martes, 4 de marzo de 2014

Día 32: Convulsión.

Es que cuando te me acercas, como que me convulsiona el alma, se me agita la existencia y el mundo me sabe a purpura durante un segundo. Muchos dirían que te amo, pero la verdad es que no es eso; por que amarte es ponerle etiqueta, es decirte que se puede acabar, es decir que en algún punto, yo también necesitare que ames. Y para ser sincera, yo no necesito eso de ti, aunque tu mundo siga sin agitarse junto a mi. Lo que necesito, es que en medio de una mis convulsiones existenciales, se me desprenda ese pedazo que te busca y pueda mandarte al cuerno, sin deseos de irme contigo. 

lunes, 3 de marzo de 2014

Día 31: Mañana

La constante postergación de sus tareas le habían acarreado una importante fama de incumplido e irresponsable, a tal punto que todos lo evitaban a la hora de realizar importantes trabajos, divertidas reuniones sociales, e incluso, habían pasado de amarle, pues hasta el amor lo dejó para mañana. Y mientras los días pasaban y la gente se desaparecía, él permaneció, indemne, sin nada más que una sonrisa en su boca, pues su cabello lucía tan fresco y abundante como lo hacia desde su juventud y su rostro permanecía ingrávido, como un tesoro oculto en medio de la selva. Lo que la gente no sabía era que él había dejado la muerte para mañana; y el mañana se echo a perder.

domingo, 2 de marzo de 2014

Día 30: Algodón.

El sol se alzaba en lo mas alto del cielo, pero a la vez, parecía que estuviera a pocos centímetro del la cabeza de Diego, como si pudiera levantar la mano y empujarlo con la punta de los dedos. No deseaba más que irse a meter en su casa, o recostarse bajo un árbol, pero aún faltaban muchas cosas por hacer: tenía que acabar de cosechar, ir a reparar la cerca del lado norte de la finca (esa que la maldita vaca del vecino había estado dañando) y bajar al pueblo a pagar los impuestos. Se limpio el sudor de la frente y pensó seriamente dejar las cosas como estaban e irse al norte nuevo; sopeso la idea brevemente, pero la imagen del rostro avejentado de Gabriela se dibujo de repente frente a él, si volvía lo iban a matar. Mejor así, tostando sus culpas bajo el sol del sur y gastando segundo a segundo su existencia en el mundo.

Un ruido llamó su atención y vio que el algodón frente a él se había salpicado de algo, lo tomo entre sus manos y vio que era sangre, la sentía tibia y viscosa ente su dedos, entonces bajo su mirada y vio un agujero que abría un boquete en su pecho, se giró para ver quien le había disparado, pero en ese momento otra bala le atravesó la garganta, haciendo que su cuerpo cayera hacia atrás y llenando aún mas el algodón de sangre .

Arriba, en el monte, un hombre sostenía un arma que aun soplaba humo desde su negra boca sin dientes y miraba como la mancha roja se extendía a través del campo de algodón. "Ese tipo ni se movió", dijo otro hombre, uno mas joven que sostenía un cigarrillo casi acabado en su mano izquierda. "Pues claro" le respondió el hombre del arma "que no sabía que ese tipo mató a la mamá. A la vieja Gabriela para quedarse con finca y el campo del algodón. Y uno para hacer eso no puede tener corazón"

sábado, 1 de marzo de 2014

Día 29: Estrecho

A ese de mirada vacía y brazo débiles, a ese de sonrisa triste y suspiros contantes. A ese de cabello rebelde y manos curiosas, de comentarios susurrados y lagrimas espontaneas. A ese que todos critica, es a ese a quien tengo en lo mas estrecho de mi corazón.