sábado, 23 de abril de 2011

Edward John Smith

La noche se extendia inmaculada y fresca en el horizonte, abajo los pasajeros reian y bailaban al ritmo suave de la banda y la cabina se sumergia en un silencio y paz que invocaban a Morfeo y su canto para satisfacer al experimentado capitan.

Edward John Smith, con el pecho lleno de orgullo y aire marino se dejaba llevar por el ritmo y la alegria que revosaban en el Titanic. Se hallaba cabeceando, al borde del sueño cuando un canto, un ritmo, una melodia lo desperto, la cancion parecia venir de la nada y solamente sirvio para despertar al viejo lobo marino.

La noche avanzaba, los festejos se hacian mas alegres y muchas parejas se dirigian a dormir, pero Smith seguia alerta, el canto no se habia detenido; por el contrario se habia hecho mas fuerte y mas dulce. Tras varios intentos en vano el capitan por fin pudo localizar el origen de la cancion: venia del mar, el reino de poseidon tambien estaba de fiesta y Smith era el unico testigo de la banda que tocaba en las profundidades.

Tras varias horas escuchando la medolia que se le calaba en las venas y le llenaba la cabeza con historias de mujeres hermosas y aventuras en islas griegas la locura se apodero de Smith y este con un giro rapido volco al titanic ese 15 de abril de 1912 suemrgiendose a si mismo y a 1517 personas mas en las oscuras profundidades del Atlantico.

Se cree que la historia del iceberg fue inventada por los pocos y asustados sobrevivientes y un gobierno que conocia pero ocultaba el desgarrador poderio de las sirenas.

Edward John Smith, hasta ahora, la mas importante victima del canto de las sirenas.

lunes, 18 de abril de 2011

Gargolas

"A veces a las personas se las traga la tierra", me dijo el detective privado que habia contratado para buscar a mi hermano. Lleva 2 semanas en su labor, pero aun no habia ni el mas minimo rastro de él. Habia ido a la iglesia de la capital para orar por su nuevo trabajo pero no habia regresado.

Dos días despues encontraron su billetera y trozo de su camisa colgando de una de las garras de la gargola que yacia en la parte alta de la torre principal de la iglesia.

Mire con incredulidad al hombre canoso y cansado que fumaba frente a mi. Su respuesta no me satisfacia, aun asi le pague y como un acto de venganza fui a la iglesia en que se vio por ultima vez a mi hermano; queria venganza de Dios.

La calle esta sola y una rafaga leve levantaba los papeles y las hojas de los arboles que descansaban en las aceras cercanas. La luna se desdibuja de apoco en una sonrisa de gato y el cielo oscuro se extendia hasta tocar las copas de los arboles desnudos dandole un toque siniestro a la iglesia y la gargola que custodiaba la ciudad desde lo alto.

Me preparaba para romper el famoso y costoso bitral cuando una sobra captada por el rabillo de mi ojo me distrajo. Un vago hurgaba la basura de una casa cercana cuando una enorme sonbra descendio de lo alto, lo atrapo y lo llevo hacia el firmamento envuelto en penubras.

El panico recorrio mi piel y penetro mis ojos con alarmante velocidad, la piedra de mi mano cayó y mis pies me sacaron de allí no lo suficientemente rapido como para evitar que el sonido de los gritos del vago llegaran a mis oidos.

Tras una noche de insomnio y alerta total tome valor y regrese a la iglesia. Usando mis binoculos observe la imponente gargola que habia cambiado de posición de la noche a la mañana y con un grito ahogado pude ver un trozo de la ropa del vago que se mesia al viento como una bandera llena de sangre atrapada entre sus garras mientras de su horrenda boca caia la ultima gota de sangre.

Las palabras del detective resonaron en mi cabeza y como la cruel de las epifanias vino a mí: "A veces a las personas se las traga la tierra". No, a veces a las personas se las traga el cielo...

sábado, 16 de abril de 2011

Carrera hacia Valencia

Los cascos de los caballos resonaban en el camino empedrdo que daba al bosque mientras el corria rumbo al castillo abandonado, su corazón resonaba en su pecho mientras los sonidos se acercaban cada vez mas los jinetes.

El sonido se detuvo repentinamente y fue reemplazado por un suave crujido: estaba en la playa cercana a los jardines de su imperio, sus pulmones se llenaron del aire salado y la paz recorrio su ser con increible rapidez, pero la ruina llego por sus oidos; el galope de los jinetes segiua tras él, eran mas y mas cerca.

la desesperación se apodero de su ser y la desgarradora soledad empezo a consumirlo, no podia soportarlo más, llevaba dia corriendo sin descanso, penso que si se detenia ellos tendrian piedad y le daria un muerte rapida.


El centauro se detuvo, y al darse la vuelta noto que nadie lo perseguia, habia estado huyendo de sus propios pasos los ultimos 3 dias. Una sonrisa se dibujo en la comisura de sus labios y siguio su camino hacia el castigo con energia renobada.

sábado, 2 de abril de 2011

De sirenas y licantropos...

Ya la habia visto muhas veces en el autobus, le encataban sus ojos grises, sus labios de fresa, su piel blanca como la nieve y su cabello negro como la noche. Era alta, delgada y con curvas pronunciadas, él siempre le cedia el puesto y mientras ella se sentaba una rafaga de aire dulce se adentraba en sus pulmones. Él la deseaba, como jamás habia deseado a nadie.

Jamás le dijo nada, hablar no era lo suyo no se imaginaba ningun tema de conversacion cerca a ese penetrante olor dulce. Tan tentador, tan embriagante, tan sutil y profundo, se imagino que asi debia actuar el canto de las sirenas, atrayendolo cada vez a una muerta horrible.

Y tal y como Ulises, se acerco a ella y cuando no pudo soportarlo mas la siguio y la sumergio en la obscuridad de un callejon. ¡Que tragica y caprichosa suele ser la vida!,cuantos resultados inesperados yacen a la vuelta de cada esquina: nadie le dijo, nadie sabia, nadie sospechaba que el hombre que dogmaticamente cedia su puesto a la dama no era un caballero, sino un licantropo y mucho menos que no la deseaba por su cuerpo, sino por el olor, el enviciante olor de la comida fresca.

En un unico acto de piedad le rompio el cuello con rapidez y se dispuso a disfrutar de su carne, pero la vida no solo juega con los mortales; sus ojos grises eran en realidad lentes de contacto que escondian ojos negros, sus labios de fresa infestados de colageno y labial, la piel blanca eran en realidad una solida capa de crema y polvo y su cabello era la mas perfecta capa de tinte jamas vista y para el dolor del inmortal el olor era una mezcla de cosmeticos, sudor y colonia.

Abandono el cadaver, habia sobrevivido 500 años pero no se habia acostumbrado al olor de la belleza plastica.