sábado, 27 de julio de 2013

Apariciones en la carretera

Marco llevaba toda la noche caminando por la carretera, no había conseguido dinero para viajar en autobús y el próximo pueblo aún estaba muy lejos; para empeorar las cosas no había luna y la oscuridad que lo envolvía no lo dejaba ver ni sus pies. La verdad, ya no estaba seguro de si seguía en la carretera principal o se había desviado por unas secundarias por medio de curvas que no había percibido.

Repentinamente una sensación extraña lo invadió: alguien caminaba junto a él, no podía verlo ni escucharlo; pero lo sabía, sentía la respiración y percibía el movimiento de un cuerpo  junto al suyo. Se vio tentado a extender su mano hacia la oscuridad, pero la idea de tocar algo fue demasiado aterradora, pensó en correr, pero ¿si la cosa a su lado decidía atacarlo en mitad de su huida? La desesperación subía lentamente por sus rodillas a medida que un sudor frio le bajaba por la espalda.

A lo lejos vio las luces de un auto e instintivamente hizo gestos y ruido para ver si podía detenerlo; siempre cuidando de no voltear, por si veía a la cosa junto a él. El auto lo conducía una mujer, que a primera vista iba a detenerse, cuando dibujo un gesto de pavor y aceleró el vehículo. Marco logró esquivarlo en el último segundo, sin dejar de preguntarse que habría visto la mujer.

El viejo policía de largas patilla salió de la patrulla seguido por el joven aprendiz de cabello corto. Una mujer los había llamado en medio de la noche para reportar un hombre que vagaba por la carretera auxiliar en medio de la noche; la mujer aseguró que iba a detenerse cuando su auto iluminó a una extraña criatura de 90 cms de alto; al principio creyó que era un niño hasta que vio detalladamente que  no tenia pelo, iba desnudo y encorvado con largar garras y ojos negros que ocupaban casi toda la cabeza.

Los hombres atravesaron unos arbustos y encontraron el cuerpo de Marco, con la cabeza masticada.

-“Qué raro- Dijo el policía joven- El animal que hizo esto ni siquiera se le comió los ojos”

-“No fue un animal- Dijo el veterano- Este es el sexto ataque en un mes. Es hora de ir a visitar al doctor Jones, y ver si todas sus “mascotas” están en orden”

-“¿Mascotas?”

-"Sí, el gobierno esta pagando por unos experimentos en animales, que iniciaron hace 6 semanas, pero ahora que lo pienso, nunca me dijeron que clase de experimentos." 

lunes, 1 de julio de 2013

Ruidos

La noche ya había mucho, pero la mañana aun tardaría mucho. Pero por algún motivo no podía dormir, llevaba ya dos horas dando vueltas en la cama y aún no podía conciliar el sueño.

Entonces, de la nada me pareció escuchar un sonido vago, lejano y difuminado. Escuche en silencio a la espera que se repitiera; allí estaba, era como alguien que arrastraba plástico sobre metal. El sonido duraba 15 segundos antes de detenerse. Y tras un minuto volvía a iniciarse.

Temía que alguien entrará a mi casa, así que me  puse de pie en mitad de la noche, procurando no hacer ruido. El sonido venia del jardín; que iluminado por la luna llena era una tundra plateada.

El ruido venia del fondo del jardín, pero no podía ver nada, así que tome una roca y la arroje hacia donde provenía; nada pasó. Pero un segundo después el sonido se hizo más fuerte y pude ver a una figura trepando por los muros arrastrando una gran bolsa.

El pánico me invadió. Su cara como la de una lechuza: con ojos negros como carbón que ocupaban la mitad de la cara, sin nariz y con una pequeña abertura como de pico; pero su cuerpo era como el de un mono pequeño, peludo y pálido como nieve. La criatura se alejó saltando sobre los tejados hasta perderse en medio de la noche.


Hace casi un mes desde que avisté a la criatura. Hoy tampoco puedo dormir, llevo dos horas dando vueltas a la cama; y lo más aterrador: acabo de escuchar el sonido de alguien que arrastra una bolsa de plástico sobre el metal en mi pasillo.