sábado, 5 de junio de 2010

cambios...

Creo que al fin mi humor mejoro, o al menos ya no es tan sombrío. He regresado a mi habito de escribir, puedo fingir sonrisas más fácilmente - aun que las carcajadas aun están fuera de mi alcance- la música retorno a mi exilio y también mis pobres intentos de hacer que mi guitarra diga algo….

A mí alrededor continúan los enamorados perfectamente correspondidos, pero ya no me molesta, es obvio para mí que pronto me enfrentaré a nuevos desafíos y mi exilio deberá tener una sucursal, la muerte de mis sueños- aunque inaceptable es un poco más llevadero- y el agotado reloj que en un esfuerzo gasta sus últimos granos de arena en días que son como gotas de agua, mis demonios callan al igual que mis musas, tanto equilibrio me resulta extraño, incomodo, impropio. Extrañamente nada de esto me molesta, incluso el sueño retorno a mis ojos y mi cuerpo reconoce un dolor que por fin no proviene del agujero de mi vacio interno; llevo con migo un pequeño recordatorio- uno pesado en mi muñeca- que me recuerda que después de tiempos de tregua interna todo se hace más difícil.

¿Quién sabe? Tal vez esto de vivir si se dé naturalmente y el tedio de la escuela se vuelva llevadero, el dolor del pecho pase a ser solo una parte más de cuerpo y mi mente rota se adapto a un mundo con piezas sobrantes. Esto de la amistad también se me da bastante bien- al menos con quien se me plazca- ya no me molesto por los ojos sin almas y las almas sin ojos.

Sencillamente me canse de intentarlo, he decidido dejar de vivir para la fatalidad del olvido.