sábado, 31 de mayo de 2014

Día 120: Agonía.

Muchos me han dicho de lo terrible que es perder a alguien, que el peso su ausencia los aplasta contra el existir y consume sus respiraciones como carbón caliente que acaba de a poco con el aire de habitación. Pero la verdad es que ese peso cede, o uno se hace fuerte y con cada segundo de ausencias acumuladas al corazón ya no le pesa nada, mas que en calambre existencial que se da de manera esporádica.

Por otro lado, quien tiene que irse y no se marcha nos ponen a los demás con un peso insospechado y mas grande que la ausencia: la presencia. La presencia te llena de esperanzas, te obliga a mirar hacia adelante y al mismo tiempo te atrapa en la asfixiante habitación del ahora; un lugar donde no puedes ignorar la presencia del otro.

No creo ser cruel; y lo soy no me interesa, la agonía de cargar con tu sonrisa, con tus charlas en la tarde, con tu dolor de muelas y tu cara de nostalgia apesadumbran mi ser día a día, hora a hora, minuto a minuto. Y lo mas desgarrador de todo es saber que lo único que me salva del peso de tu presencia, sería el peso de ausencia.

viernes, 30 de mayo de 2014

Día 119: Suicida.

La escuela estaba sola, los salones en silencio y los corredores a oscuras, el nuevo vigilante recorria el lugar mientras silbaba una vieja canción al olvido. No tenia a nadie en ese pueblo; era sólo un trabajo temporal mientras conocía la verdadera fortuna y fama en la capital.
Mientras recorría el tercer piso guiado por su fiel linterna, una de las puertas del laboratorio se cerro de manera brusca a sus espaldas. Una gota de sudor frio resbaló por sus espalda humedeciendo su camisa y helandole el alma. Volvió sobre sus pasos para ver de que se trataba; quizo hablar pero las palabras no podían salir de su boca, estaba atascadas en su garganta como un trozo de pan.
Utilizó sus llaves para abrir la puerta, introdujo la linterna con recelo, pero adentro no había nada; excepto el proyector que se hayaba suspendido por su base, como flotando en ,medio de la habitación. "Ha debido ser el viento" pensó para si. Una cuerda fria y rasposa se deslizo rápidamente por su cuello, tirando de él hacia la oscuridad, mientras la puerta se volvía a cerrar con un gran estruendo que sacudía la escuela.
A la mañana siguiente, cuando el director y la policía bajaron su cadáver ahorcado de la base del proyector, tuvieron que cortar la cuerda de energía que se encontraba fuertemente atada a su cuello.
"Este es el tercer suicidio de un vigilante en este salón, ¿que les pasará a estas personas?" Preguntó el director. "Ni idea, pero debería dejar de contratar suicidas, algún día podrían asustar a los niños" Dijo el oficial de policía mientras levantaba sus hombros en un gesto desinteresad

Día 118: Gusano.

Tsai observaba al recién nacido dormir en la cama de plumas, arropado por una delgada cobija de lana raída y avejentada, su respiración rítmica y cálida llenaba la pequeña habitación, mientras los padres dormían abrazados en un viejo colchón de paja.

Tsai se introdujo en la casucha como una neblina ligera que se condensaba junto a la cuna, dirigió su mirada brevemente a la mujer que dormía acurrucada en los brazos de su esposo. Él la deseaba, la había exigido como sacrificio, había planeado violarla hasta la muerte; pero sus hermanos no lo habían dejado, Zilion había hecho un gran escandalo sobre eso y Havin lo había mirado con asco, nunca antes había sentido tanta vergüenza: los humanos negándose a su voluntad.

Tsai extrajo una daga plateada de su manto preparándose para matar al pequeño, pero este bostezo y abrió sus ojos, observándolo curioso con su mirada limpia y reluciente; se llevo la mano al boca y empezó a succionarla antes de dormir de nuevo, el pecho vacío de Tsai se contrajo, algo en su icor se hizo pesado y le picaba el alma: no podía matarlo.

Abandono la casa tan rápidamente con o había entrado, se quedo un rato mirando la vivienda desde afuera. Rondom apareció de entre los arboles y se detuvo a su lado "Zilion me envió a buscarte, está preocupado por lo que puedas hacer" la voz de Rondom se difumino en el aullido de un lobo distante "Ella tiene un hijo" la voz de Tsai se llenaba de angustia mientras ahogaba el llanto dentro de si, Rondom lo vio de perfil: Su rostro demacrado se enmarcaba bajo la luz de la luna creciente "y yo no puedo matar nada que sea parte de ella" Rondom pensó brevemente en ser paciente, en demostrarle compasión, pero luego recordó quien era Tsai y que había hecho, entones solo pudo decir: "eso te ganas por ser el dios de los gusanos, es tu trabajo llevarte a los no vivos al otro lado. Ahora ve allí y termina tu trabajo"

La noche termino con una neblina ligera que ahogaba una pareja y a su pequeño que dormían profundos.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Día 117: Sufragio.

La cortina del cubículo de votación estaba sucia, parecía manchada de sangre y grasa frescas, el olor se dispersaba por el lugar gracias al abrazante calor del domingo en la mañana, perfecto para ir a nadar. Pero en lugar de eso allí estaba, el pequeño cuarto con la urna enfrente y la papeleta en blanco en la mano, se rasco la cabeza con el lapicero ¡¿por que diablos estaba allí en primer lugar?! Ningún candidato le gustaba; pero bueno necesitaba el certificado.

Un ruido le llamo la atención, tras la urna un fondo falso se despegaba mientras dos hombres salían de la habitación secreta. Lo tomaron por sorpresa y lo golpearon en el rostro, llenando la cortina de mas sangre fresca; tras la golpiza los hombres usaron su sangre para marcar a uno de los candidatos y regresar al fondo falso.

El hombre salio por la puerta trasera para que otros usaran el cubiculo, no le diría a nadie lo ocurrido, pues quienes lo golpearon ostentaban uniformes del ejercito nacional. Al interior del pequeño cuarto secreto, se scuchaba correr la cortina y entrar a alguien al cubiculo; el mas viejo se relamio mientras los ojos le brillaban con malicia: "Me encantan los domingos de sufragio" susurro para si, mientras su compañero movía los paneles

martes, 27 de mayo de 2014

Dia 116: Hipersomnia.

Hipersomnia es el adormecimiento o sueño que se prolonga mas de lo normal.

La luz del sol le dio de lleno en los ojos, haciendo de sus parpados una cortina de sangre palpitante. Se llevo la garra a la cara en un intento de preservar la oscuridad para seguir durmiendo; aun tenia el cuerpo pesado y una delgada linea de somnolencia colgándole frente a la nariz, claramente palpable por la piel de sus labios.

Se dio la vuelta para darle la espalda al sol, pero este se reflejó a lo largo de la habitación, en un millón de pequeños espejos. Ahora toda una galaxia brillaba dentro de la habitación y al interior de sus parpados, sus ojos se secaban como si una ráfaga de viento del desierto soplara para ellos.

El dragón se estiró al interior de la cueva, haciendo que las monedas de oro en su guarida resonaran bajo sus pasos y la luz que se reflejaba en ellas se moviera acariciando las paredes de roca. El dragón se dio la vuelta y oculto la cabeza bajo las alas, preparándose para dormir otro siglo mas

lunes, 26 de mayo de 2014

Día 115: Elecciones.

La noche recorría las calles de la capital como una dama ebria: avanzaba lentamente dando tumbos en las esquinas, al interior de la pequeña oficina el equipo del candidato derrotado se sumergía en pequeñas oleadas de tristeza, mientras el ex candidato terminaba su cigarrillo numero 15.

Nadie se veía a los ojos, todos se sumían en sus propios pensamientos mientras a lo lejos, los partidarios del ganador hacían sonar las bocinas de sus autos y estallaban cohetes de felicidad. Finalmente el ex candidato se lanzó una pregunta al aire "¿De quien fue la estúpida idea de prometer menos futbol y mas desarrollo?"

Día 114: Tesoro

La luna llena era la única testigo de aquel hombre en la playa, arrodillado con las manos ensangrentadas arrojando arena a sus espaldas; el sonido del mar llenaba sus oidos, cada tanto se detenia, creyendo haber escuchado un barco rompiendo el oleaje o los pasos de un extraño chapoteando en el agua.

Pero cuando nada pasaba, el hombre seguía cavando con prisa, agitándose y llenando sus pulmones de arena un grano a la vez, le dolían las uñas, las sentía llenas de pequeñas agujas danzantes, el dolor iba creciendo en combinación con la sal del mar y de su propio sudor. La uña de su dedo indice salió volando cuando arrastró su dedo sobre el cofre de madera humeda.

El hombre uso todas sus fuerzas, ya reducidas, para sacar el cofre, se relamio los labios meintras sus dedos continuaban sangrando; usando la vieja llave que compró en el mercado pudo abrir el cofre: Estaba lleno de arena y pegados a la parte interna de la tapa; un par de guantes.

viernes, 23 de mayo de 2014

Día 113 Túnel.

El olor de la tierra húmeda se extendía por todo el aire, llenándole la nariz como si alguien le extendiera un puñado frente a la nariz, el frío y al sonido del agua le indicaban que estaba cerca al río, la experiencia de ir de cacería con su padre era todo lo que le acompañaba. El túnel era estrecho y podían sentir las raíces de los árboles rozandole las piernas como manos desesperadas que querian ser arrastradas y liberadas de sus tumbas.

La luz del túnel aun se veía muy lejos, peor la esperanza lo mantenía en movimiento, se imaginaba el sol pálido, el canto de los páramos y una taza de café. Así siguió excavando con la punta de los dedos, escupiendo tierra y cerrando los ojos para evitar que les cayera tierra. Finalmente, después de horas de trabajo, dolor y angustia pudo salir de la tumba

Día 112: Uróboros.

Es un símbolo que muestra a un animal serpentiforme que engulle su propia cola y que conforma, con su cuerpo, un circulo. El uróboros simboliza el ciclo eterno de las cosas, también el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo.

El viento agitaba la cabellera de Zilion, haciéndola parecer una maraña de serpientes que luchaban por escapar de su ser. Desde lo alto, se observaba un oscuro mar embravecido que se agitaba en un desorden creciente: cada gota parecía tener conciencia propia; todo era una sinfonía de  dolor y angustia.

Sabía que no haber venido solo no era inteligente, pero si quería callar las bromas de Rondom y Havin debía matar a la bestia. Se suponía que era el mayor, debía darse su lugar, pero no le hallaba sentido ir matando y retando a cualquier cosa que pudiera reducirlo a un montón de huesos astillados. Aún estaba a tiempo de irse, dar media vuelta al barco y decir que no la habia encontrado; pero entonces los muchachos pasarían el siguiente siglo recordandeselo, Tsavi lo miraría con duda y reproche  y Levassi  posaría sus ojos penetrantes llenos de lastima en él.

Dicen que las palabras no duelen, pero sí agotan. El grito de la bestia se levanto entre la tormenta, pausando el mar un segundo antes de hacerlo estallar en un caos mayor. El bote se movia como una hoja en el viento, pero Zilion no temia, desde su perspectiva era ganar o ganar: o regresaba como un héroe o moría como uno.

La gran serpiente emergió justo junto al bote, volcandolo inmediatamente, Zilion sintió el agua salda entrando a sus pulmones, quemandolo y extrayendo su sangre. La bestia se arrojo contra él, tratando de devorarlo. Zilion se aferro a su colmillo mientras la bestia agitaba su cuerpo, introduciendolo y sacándolo del agua, permitiendole a Zilion breves momentos de aire que sólo lograban aumentar el dolor en su pecho. 

Zilion desenvaino una daga y la uso para cortar la lengua de la serpiente, el organo amputado se movia como un nuevo ente al interior de la gran boca del animal, golpeando el rostro de Zilion y ahogándolo entre los borbotones de sangre que salían del tajo. La bestia calló en un banco de arena cercano, revolcándose de ira y dolor; el brusco choque impulsó a Zilion hacia el frente, haciendo que si ojo izquierdo se rasgara con la punta del comillo que sujetaba, antes de lanzarlo fuera, haciendo que el agua salada y la arena se introducieran a la herida. 

"Ojo por ojo" pensó Zilion, cegado de dolor, ira, vergüenza y sangre, arrojó su daga al ojo de la criatura, el sonido fue estridente entre la tormenta: como una bota que sale de la succión del lodo, como un grito ahogado. Mientras la bestia se agitaba Zilion subio por la cola de la bestia para apuñalarla justo donde la cabeza se unía al cuerpo; pero la bestia giro su flexible cabeza y abriendo sus mandíbulas sangrantes trató d engullirlo.

La serpiente atrapó su propia cola y la pierna de Zilion, en medio de su pánico, empezó a apuñalar a la bestia con la esperanza que esta gritara para que abriera la boca y liberará su pierna, pero lejos de esto, el animal cerro sus fauces aun con mas fuerza. Zilion  ya había perdido su ojo, no iba a renunciar a su pierna, inclinándose un poco tomo un puñado de arena y lo arrojó al ojo ausente de la bestia, recreando así su propio dolor, el animal redujo la fuerza y Zilion pudo liberarse.

Pensó en acabar con la criatura ahora indefensa, que continuaba devorando su propio cuerpo, la imagen de si Rondom cortandole la cabeza con su hacha o Havin empalando al animal se materializaron ante su ojo. Él tomó su daga y le arrancó un trozo de piel que hizo que animal mordiera aun mas su cola, con este trozo se hizo un parche para el ojo. Los otros podrían ser cazadores y asesinos, pero él era diferente: Zilion era un vengador, un amante de la venganza.

Se lanzó al mar embravecido, sabiendo que la próxima isla no estaba muy lejos, dejando a la serpiente gigante en el banco de arena comiéndose a si misma; en cierto modo, y no sólo por el ojo, eran iguales: sus planes no habían salido según lo esperado y ahora sólo les quedaba consumirse a si mismos.

Día 111:Yggdrasil

En la mitología nórdica, Yggdrasil, era el arbol de la vida que unía y sostenia los 9 mundos.

Cuando el leñador arrojo su hacha contra el tronco del arbol, este cayó en camara lenta; mientras sus frutos se podrían en el aire y se desmoronaban como bolas de fango putrefacto. Sus hojas se secaron hasta reducirse a cúmulos de arena que se dispersaron en el viento.

Las ramas mas delgadas, se disolvieron en la caida, dejando sólo sombras borrosas tras de sí. El pesado tronco pareció recostarse en la tierra, como un aciano moribundo que sabe que no volverá a levantarse y cierra sus ojos con lentitud.

El hombre sintió un peso en su corazón, y de apoco fue testigo como el bosque entero moría al rededor del árbol caído, como si un cometa invisible golpera la zona derrepente. El panico le nació en entrañas y arrojando su hacha emprendio una carrera que nunca terminaria, tratando de alejarse del Yggdrasil.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Día 110: Herrero

Había un aire diferente en el herreria, el aire caliente y espeso, el constante olor al metal rojo y al sudor del herrero creaba un ambiente diferente, casi magico, como si mas que forjar el metal, el anciano estuviera haciendo alquimia.
Afuera el mundo se movia lentamente, al ritmo del golpe del martillo del herrero quien no despegaba su vista del yunque y sentia al fuego expandirse por la habitación. Mientras las generaciones avanzaban, progresando hacia el mañana, él continuaba en su labor.
Pocos entendian que ese viejo herrero,en el antiguo taller olvidado forjaba el tiempo con su martillo

martes, 20 de mayo de 2014

Día 109: Icor

En la mitología griega, el icor era un mineral presente en la sangre del dioses, que los hacia inmortales, y era venenoso para los humanos.

El edificio llevaba abandonado un par de decadas, las ventanas rotas unidas por telarañas y los ladrillos carcomidos por los adictos le daban un aspecto lugubre a la vieja fabrica; escondida tras otros edificios plagados de ratas tan grandes como gatos y de arañas que nunca habían visto la luz del sol.

Tsai esperaba en silencio, suspendido en el tiempo como una roca en medio del oceano, con la mirada ausente y la respiración superficial. Havin atravesó la puerta de manera repentina, su cuerpo enmarcado por una camiseta negra, unos jeans gastados y unas botas de militar se movía con gracia, sin despegar el polvo del piso.

Un tatuaje en blanco y negro, similar a una mandala se asomaba bajo su camisa y entre sus pantalones, "Espero que tengas un buen motivo para llamarnos" Su voz no habia cambiado en milenios. Tsai desvió la mirada hacia su rostro y sus ojos centellearon un segundo "De todas maneras ha sido un milenio aburrido" torció un cara en un gesto casi monótono "Extraño las fiestas" susurro para sí.

Rondom y Levassi entraron tomados de la mano, era la tipica pareja de enamorados: ella menuda, una morena con sus ojos verdes esmeraldas centelleando al infinito, él enorme y fornido como una montaña, con los cabellos negros y crespos; juntos eran un segundo de felicidad condensada. "Hace mucho que no estamos los 5" dijo Rondom, terminando de reirse de algun chiste privado que no quería compartir con los otros, excepto por Levassi, que hizo un gesto de entender lo que pasaba. Havin puso los ojos en blanco: sólo verlos era empalagoso, por eso se había alejado en primer lugar, necesitaba privacidad.

"No creo que Zilion venga" Tsai tampoco podia soportar esto, pero era mas por envidia, una rafaga de nostalgia lo desgarro por dentro en cuanto los vio entrar juntos.

"¿Que quieres decir?" los ojos verdes, como jugo de esmeralda se congelaron un momento en los ojos de Levassi, "¿Le pasó algo?" Tsai se apretó el puente de la nariz y tomo aire antes de seguir, eran tan dolorosos "Ese tonto compartió su icor con una mortal" .Un segundo de silencio se extendió por toda la habitación, al punto que la creación entera sostuvo la respiración. Havin fue la primera en romper la tensión rompiendo una de las viejas ventanas con una roca "¡Que se vaya a la mierda! ¿A quien pensaba matar? Solo puede haber cinco de nosotros"

"Bueno, la respuesta es obvia" dijo Rondom, abrazando por la espalda a Levassi, como si pudiera disolverse en cualquier momento "Si sólo puede haber 5 y Zilion compartio de icor, debemos matarlo primero". Nadie se opuso, Levassi, seguia enfuruñada en su berrinche, Tsai desvio su mirada a la nada nuevamente con el pecho desbordante de nostalgia, lanzo un suspiro al infinito y finalmente pronuncio "Vamos a buscarlo, despues de todo, Zilion hizo algo que ningun dios debe hacer: se ha enamorado de la creación" Todos siguieron en silencio viviendo su propia realidad, en su nostalgia, su berrinche, su cuento de amor; todo antes de desvanecerse en el pequeño almacén

lunes, 19 de mayo de 2014

Día 108: Clon.

Existe la teoria que todos tenemos al menos 2 clones distribuidos a lo largo del mundo, y el dia que dos se encuentren, aquel que tenga menos raiz, es decir, el que menos conexion tenga con la vida debe morir, cediendo su raiz al otro.
La tarde se extendía pintando el cielo en 100 tonos de naranjas, imperceptibles para todos, excepto para una mariposa posada en una flor de utileria en la ventana de una casa. Evan se preparaba para llegar a casa, pensaba en la comida tibia que su novia tendría al llegar, pensaba en todo el trabajo que tenia pendiente para el jueves, en el paseo el fin de semana a la casa de campo de Miguel y en la siesta del domigo antes de reanudar su vida.
Un grupo de autos corrian presurosos temiendo el cambio del semaforo, como si esos 10 segundos de color amarillo fueran cuestion de vida o muerte, en un gesto despisado y casi robotico, Evan dirigió su mirada al otro lado de la calle; justo en frente como un gran espejo cosmico, otro muchacho flaco de nariz aguileña, ojos opacos y lentes gruesos lo miraba en un gesto casual.
Al principio creyó que se estaba viendo en el espejo de alguna vitrina de las tiendas, pero entonces el reflejo levantó su mano en un gesto amigable. Evan no daba credito a sus ojos y en unos minutos no dio credito a sus oidos: Uno de los autos freno en seco, obligando al auto que venia detras a desviarse hacia la banqueta arrollando al reflejo y haciendo estallar como un huevo contra la banqueta.
Evan corrio a ayudarse a si mismo, o al menos eso creia, la idea de que su reflejo estaba muerto era aterradora, pero su terror aumento cuando el joven conductor se bajó del auto: un muchacho flaco de nariz aguileña, ojos opacos y lentes gruesos se rascaba la cabeza confuso y adolorido.
Evan se detuvo en seco en medio de la calle, el segundo reflejo hizo un breve contancto visual con Evan y en reflejo de sus ojos aterrados, congelados en medio de un grito de terror, pudo ver el reflejo de un auto a punto de embestirlo.

domingo, 18 de mayo de 2014

Día 107: Ciego.


Antes que todo, debo admitir que este texto no es completamente idea mía, son los rezagos de un libro sin portada que leí hace mas de diez años y cuyo final no puedo recordar, si alguien sabe que libro es o que autor es el original, por favor díganmelo saber.
Todos los hombres de mi familia han nacido con una peculiaridad, producto de la genética que se espolvorea con destino: somos ciego de nacimiento. Todos desde hace mas de 15 generaciones, este suceso seguido y puntual nos ha permitido desarrollar nuestros sentidos a niveles casi sobre humanos. Pero no es mi plan tropezar entre los edificios en medio de la noche buscando ancianas desvalidas; me dedico a lo único que me trae placer: la fotografía.
Evidentemente yo no las tomo, sólo las revelo; puedo guiarme con facilidad en el cuarto oscuro, los olores de los acidos y el sonido del papel que se seca es suficiente para mi. Recuerdan que les dije de nuestros poderes sobre humanos, bueno, 15 generaciones de invidencia me han otorgado un tacto único; con sólo rozar una hoja de papel puedo sentir como se curva, como se abren sus poros según cada color, cada material, cada tinta o grafito; así es, yo puedo “ver el dibujo con mi manos”.

El martes pasado, Gonzalo vino corriendo a mi tienda, esa que queda en la esquina del parque:
-Fernando, tienes que ver esto –Dijo casi gritando mientras me pasaba una fotografía.
La acaricie con la punta de mis dedos, por como se sentía era la fotografía de un persona, sentada en un sofá, el cambio de grosor y textura a lo largo de la imagen me llevaron a pensar en una mujer delgada recostada de lado. Utilice mis pulgares, mis dedos mas sensibles, para detallarlo todo: efectivamente era una mujer de pronunciadas caderas, al acariciarla pude notar que estaba desnuda, entonces lleve mi pulgar hacia el rostro de la fotografía y tras unos segundos se la arrojé a la cara a Gonzalo.
-¡¿Para que mierdas me traes una foto de mi hermana desnuda?!

La risa de Gonzalo invadia el local, cuando un ruido vago y sordo hizo su aparición al otro lado de la cuadra, y con un gesto de la mano hice que mi amigo guardara silenció: esos pasos firmes, que indicaban un ritmo “tacón-punta” preciso y casi militar que se movían al compas de unas caderas firmes sólo podían pertenecer a una persona: Laura había vuelto a la ciudad.

Día 106: Backpfeifengesicht

Del alemán, traduce: Un rostro que pide a gritos un golpe.

Las personas cerraban sus puertas al medio día: era la hora en la que los niños salían de la escuela, pero ellos temían a Pedro, el revoltoso que tiraba piedras contra la vidrios, pateaba perros y empujaba ancianas a la calle, con una sonrisa amplia y unos ojos brillantes; el pequeño causaba estragos camino a su casa.

Nadie conocia a sus padres, y Pedro lo arreglaba todo con una señal obscena del dedo y sacando su lenguecilla al viento mientras arrugaba su rostro. En una mañana de viernes, cuando se habian escondidos las mascotas y los autos habían sido resguardados en los garajes, el joven Pedro salio a buscar travesuras, tras ponchar las llantas de dos motocicletas mal estacionadas y apedrar un perro cuando al doblar en una esquina un turista alemán grito una palabra incompresible y le rompio la nariz dejandole tiradole al piso.

Cuando todos salieron a ver lo sucedido el turista levanto la cabeza avergonzado y dijo: "Su rostro me pedia que lo hiciera!

sábado, 17 de mayo de 2014

Día 105: Bungee

"Amaras el salto bungee" dijeron "es una experiencia única" dijeron. Efectivamente había sido algo irrepetible y revelador, la idea de volar era atrayente al punto que se hizo adicta a intentarlo. Lo hacia al menos una vez a la semana, desde edificios, puentes y globos, esos minutos de adrenalina pura que consumían su sangre y llenaba su cerebro de felicidad pura lo valían. Muchos le preguntaban si no temía que la cuerda se rompiera, pero ella siempre dijo que era totalmente segura.

Hasta a aquel fatídico domingo de julio cuando, dio su último salto: el puente colapso bajo la fuerza de la cuerda

viernes, 16 de mayo de 2014

Día 104: Negocio.

Hoy he escuchado del peor negocio de la historia: alguien cambio su alma, su corazón, su amor incondicional; en las buenas y en malas, en el frió y el calor, el hambre y la enfermedad; a pesar de la violencia, la soledad y el desinterés.

Alguien prometió siempre hacer compañía sin importar la falta de igualdad, el abismo entre los dos amores, la posición de esclavo, la humillación y el dolor.

Todo esto a cambio de un plato de comida, un tazón de agua y un lugar para dormir. Los perros fueron pésimos negociantes

miércoles, 14 de mayo de 2014

Día 103: Nostalgia

Creo, sin temor a equivocarme que he descubierto una maquina del tiempo: unipersonal o grupal, de Creo, sin temor a equivocarme que he descubierto una maquina del tiempo: unipersonal o grupal, de energía ilimitada-, sin restricciones gubernamentales. Capaz de llevarme al último rincón de mi memoria, de hacerme recorrer viejos pastizales secos que truenan bajo el peso de mis pies descalzas, un rio suicida frio y ancho que baja por las montañas, precipitándose por un acantilado; ese beso mágico con sabor a sangre y a manzana, el olor de un perfume en la mañana y el chapotear de la lluvia en la noche.

Esta máquina del tiempo tiene un coste de funcionamiento, como todas las cosas: se alimenta de dolor, sordo y agudo, profundo y crónico que se mueve como olas bajo la piel, que picotea el alma y convierte las noches en insomnios. Yo viajo hacia el pasado en la nostalgia.

martes, 13 de mayo de 2014

Día 102: Provocación

Estaba ebrio, la verdad no podía recordar cuando fue la ultima vea que estuvo sobrio; pero no importaba; así era él y así lo soportaban todos. Se pasaba las tardes y las noches en el viejo bar de Ramirez y la mañana durmiendo.
La razón por la que todos lo soportaban, era don Fabian Velorzono, un hombre honorable, padre del ebrio y quien en muchas ocasiones terminaba pagando las cuentas de su hijo. Ese miserable gusano era todo lo que el viejo bombero tenía por compañia en los ultimos días de su vida. Literalmente los ultimos, años y años de rodearse del negro humo de los incendios habian dejado sus pulmones como pasas: secos, negros y arrugados, cada respiracion era como escuchar pasar un puñado de arena por un tubo de metal.
Una noche, sin mas advertencia que la vida misma, un fornido policia, venido desde la capital, ingreso al bar del viejo Ramirez, la figura de aquel gigante de ojos hundidos sentado en el pequeño banco al fondo de la habitación llamaba la atención de todos, generando pequeñas burlas que eran opacadas por la mirada fria y penetrante del hombre.
El ebrio no tardó en hacer su aparición y mucho menos en empezar la provocación hacia el policía, confiado en que su posición de "protector del civil" lo guardaría de cualquier ataque de rabia. Las bromas se hicieron largas y se extendieron durante la noche, algunos consumidores lanzaban miradas de preocupación cuando en medio de los juegos, el ebrio empujaba al gigante manso.
De repente y sin previo aviso, el oficial sacó su revolver y esparció el cerebro maltrecho y atrofiado del ebrio sobre la barra, dejando un charco de sangre que de apoco tomaba la forma de africa sobre el suelo del bar.

El policía termino su trago y ante la sorprendida mirada de todos dijo "Fabian y yo trabajamos juntos algunos años y nos hicimos grandes amigos; últimamente él estaba preocupado por lo que pasaría con su hijo cuando el muriera" el hombre dejó escapar un lagrima por el rabillo del ojo y terminó "Como iba a negarle esa paz a mi amigo"

lunes, 12 de mayo de 2014

Día 101: Sombras

La habitación estaba callada, los objetos reposaban en las esquinas, como bultos inanimados desde el inicio de los tiempos, afuera la luna fría parecía un agujero en el cielo por el cual se filtraba la luz del infinito, difuminando la existencia del hombre como una serie de lineas de luz que se extendian hasta el olvido. Recostado en el viejo sofá, casi vencido por el sueño, dejó el libro de poesia francesa y se dirigio a su habitación.
La sombra de una mujer recorrio la parte alta de las escaleras y entro en el baño, perdiendose en la tina llena de agua fria; Aleyx Boyka miro con nostalgia el pequeño cuarto, acaricio la margen de la puerta antes de cerrarla.
Se dirigio a la habitación, donde la sombra de varias mujeres lo observaban atentas desde cada rincón de la habitación; por un momento Aleyx pensó en irse y no volver nunca, pero esa era casa y esas sombras de tormento eran su nueva vida salpicada de pasado.
Aleyx se desvistió y al guardar su ropa en el armario, se di cuenta que tambien era observado desde el interior: una joven de finos rasgos y reducida estatura lo miraba con ojos brillantes, de manera expectante; como si pudiera materializarse en cualquier segundo, ambos extendieron sus manos y cuando estuvieron a punto de tocarse un frio le recorrio el bajo vientre y lo obligo a cerrar la puerta de golpe.
Se recostó en la cama, y la horda de sombras se abalanzó sobre su cuerpo, muchas otras subieron las escaleras y la joven del armario saltó fuera del mismo, acomodando la cabeza de él sobre sus piernas delgadas. Todas cubrieron su cuerpo como mantas frias y eternas. Aleyx Boyka se recostó esa noche, como todas las anteriores y las futuras; sabiendo que jamás podría sacar de su vida las sombras de sus relaciones.

domingo, 11 de mayo de 2014

Día 100: Aniversario.

Ese día se puso su mejor traje, uso esa vieja colonia que le regaló su padre hace 10 años, se cortó el cabello y se afeito la barba, le dio cuerda a su reloj de oro y salio bajo la brillante mañana; tenía una cita. Hoy era un aniversario muy especial.
Caminó calle a bajo, en busca de su chica; la gente lo veía pasar con esa sonrisa y esos ojos brillantes: era obvio que estaba enamorado. Un viejo vendedor de flores bajo el volumen a la radio y lo saludó de manera casual, como un viejo conocido.
El hombre hizo un gesto alegre y su sonrisa centelleó en del día, llamando la atención de la gente al redor; tomó el ramo de flores mas vistoso que encontró y con un gesto despreocupado lanzó el dinero a las manos del vendedor quien río gustoso.

El hombre cruzo algunas cuadras, dio un par de giros y al rededor del medio día, mientras comia una manzana, llego al lugar donde lo esperaba la chica; se sentó en el piso junto a ella y pusó las flores en el jarrón de la tumba

Día 99: Lago.

Era sólo un gran espejo, reflejando las estrellas como granos de sal sobre un gran mantel negro, el bote flotaba y se mecia al son del ritmico oleaje, el lago, era un pequeño mar de agua dulce en medio de dos montañas.
Kristhian había considero una mala idea pescar en medio de la noche, pero Emmanuelle había sido muy insistente y su entusiasmo acabo contagiandolo; pero ahora con la oscuridad envolvente y el ruido del chapoteo en el par de kayaks, quería irse con insistencia, pero la sonrisa de su novio lo mantenía anclado en medio del lago.

Una ola golpeo su costado y casi lo voltea, hasta donde sabía sólo habían peces pequeños, un breve escalofrío recorrió su espalada cuando una enorme figura de cuello largo se asomo a lo lejos, rompiendo la monotonia del lago. Kristhian estaba a punto de sugerir que se fueran, cuando notó el Kayak de Emmanuelle volcado e inmovil sobre la superficie del lago

Día 98: Despedida

Entre todas las cosas raras de este mundo, a mi familia le han tocado los súper poderes, en realidad solo uno, y uno muy extraño para variar: podemos predecir nuestras muertes ¿difícil de creer? No los culpo, al principio yo tampoco lo hacia.

Todo comenzó cuando tenia 5 años y mi abuelo enfermó, recuerdo que mi madre me cargo en sus brazos cuando los paramedicos vinieron por él, y en medio de su fiebre beso a todos los nietos en la frente y revolvió mi cabello "Adiós a todos" "no seas tonto papá, tu volverás" en ese momento una mirada melancólica lleno su rostro y con una sonrisa que enmascaraba el llanto respondió "claro que no"

Él murió solo dos días después de eso, yo le atribuía su profecía a su frágil estado de salud, pero luego cuando mi tío Germán salio un domingo en la mañana a comprar el periódico se despidió diciendo "Adiós a todos" en ese momento mi abuela salio corriendo de la cocina y secándose las manos en el delantal lo beso en la frente y se despidió de él entre llanto, a mi tío lo mato un camión una cuadra antes del kiosco de los periódicos. En ese momento yo tenia 10 años.

Siempre me pregunte si mi abuela sabia que mi tío ha a morir y porque lo dejo ir si lo sabia, la respuesta me llego de una manera desgarradora, yo tenia 17 años y mi abuela se fue para misa como cada domingo, pero esta vez se despidió diciendo "Adiós a todos" en ese momento mi madre rompió en llanto y cuando yo me acerque a impedir que mi abuela se fuera, una fuerza visceral, invisible y potente me ordenaba soltarla, era la irremediable verdad: las personas mueren y no hay nada que puedas hacer para evitarlo, ella me miro con nostalgia' me revolvió el cabello, me beso en la frente y se fue. Ella murió sentada en el banco de la Iglesia.

La razón por la que escribo esto es porque ahora, con 29 años, siento en mi vientre un frío, un dolor en mi pecho y la frente abombada, he besado a mi hijo en la frente antes de irse a dormir, he llamado a mi madre y me he despedido de ella dejándola en un mar de lágrimas. Y me he despedido de mi pareja, quien me ha mirado en medio de un mar de dudas.

A quien encuentre esta carta, solo me queda decirle "Adiós a todos". 

Día 97: zoológico.

El lugar estaba abarrotado, las personas de los edificios cercanos se asomaban peligrosamente por sus ventanas o salían a sus terrazas con la esperanza de poder ver el espectáculo, los cuidadores del zoológico maniobraban la gran jaula cerrada con precaución y cada tanto se escuchaba jn grito bestial que salia de su interior. En medio de la excitación una garra peluda y filosa broto de entre los barrotes y atrapo la camisa de unos guías rasgandola y dejando las marcas de las uñas sobre la piel del hombre. Después de esto nadie quería abrir la caja, no tenían ni la mas mínima idea de como iban a poner al chupacabras en la exposición.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Día 96: Magendie

Magendie es el segundo agujero, junto con Luschka, encargado de la distribución del Liquido cefalorraquídeo, nuevamente hoy será un nombre.

El ultimo tren salió de la estación cerrándole las puertas en la nariz y desapareciendo tras un subido que parecía reírse de ella; así que no tuvo mas opción que caminar. Los callejones se asomaban como agujeros oscuros que escupian neblina a las vias centrales. Cada tanto un perro callejero o un vagabundo se asoman a su paso para regresar a dormir.

Finalmente llegó al viejo edificio, con sus ventanas rotas y su puerta descolgaba le daban la apariencia de una anciana mueca, cercana a la muerte. Magendie entró en la casa y se deslizo por la fria y humeda alfombra carcomida por las pestes locales; el suelo se abría en tramos, pero ella lograba esquivar cada trampa en medio de la oscuridad.

Subió por la escalera llena de baches hasta el viejo atico, allí encontró el cofre cubierto de una capa de moho y polvo, tal como el gitano había dicho; despues de la muerte de Luschka; ella llevaba seis años buscando su cuerpo.

Ya creía que su cuerpo llevaba años enterrado, sólo pasto de gusanos; pero el gitano le habia dicho que Luschka aún esperaba por ella en la vieja morgue, y allí ante ella, en ese viejo cofre estaba la noticia de su muerte y la dirección de la morgue a la cual había sido llevado. Ella en un gesto de melancolia, toco el disparo en su frente, esperando poder entontrarlo

martes, 6 de mayo de 2014

Día 95: Luschka

En anatomía, Lucska es uno de las cisternas que permite el recambio de liquido cefaloraquideo, pero para efectos de este texto será un nombre; aún así, allí les dejo el dato curioso.

El pasillo era largo y húmedo, el viejo piso estaba levantado y las baldosas se sobreponian unas a otras dejando ver el oscuro sótano debajo, la noche rondaba afuera del edificio y un filo de luna rasgaba algunas nubes que pasaban desprevenidas, empujadas a la fuerza por un viento lento y constante; las hojas de los arboles vibraban en un extraño tono, dándole a la vieja morgue un tono oscuro y aterrador, pero Luschka no temía a nada

La iban a demoler y Luschka era el encargado de vigilar que nadie entrara a sabotear el trabajo de los ingenieros; sus pasos resonaban en el amplio deposito de cadáveres, su linterna se había apagado hace mucho: Luschka era un cazador experimentado, un ex militar que asechaba desde los rincones y sabía que si iba a atrapar a alguien, debía ser sigiloso, un par de pasos lo alertaron y en lugar de salir por los intrusos se introdujo entre dos armarios, esperando sorprenderlos y darles su merecido.

Mientras esperaba, algo llamó su atención: uno de los compartimentos para cadáveres estaba semi abierto, una extraña fuerza salida de sus entrañas le hizo abrir la camara del toso: adentro un hombre joven y palido, dormia desnudo con un balazo en medio del pecho, la impresion hizo que Luschka se llevara la mano al pecho; esto era extraño habia visto muertos y heridas mucho mas impresionantes en batalla ¿porque el repentino terror?

Pero de pronto lo entendió, su mano aterrada había palpado un agujero en medio de su propio pecho y pudo leer, en medio de su panico el nombre del occiso: Luschka, con el apellido algo borroso. Los pasos de los extraños se detuvieron justo frente a la puerta llamando de nuevo su atención, la luz de una linterna lo encegueció un segundo.

"Y este es el salon mortuorio" dijo una de las voces, "aqui solo esta Luschka"

"¿Luschka?" pregunto una voz mas joven

"Era un joven militar que murió durante un robo, no importa cuantas veces lo entierren en el cementerio, siempre regresa aquí, supongo que espera que alguien lo recoja y lo lleve a casa" respondió la primera voz

Un minuto de silencio lleno la habitación, sacando todo lo que pudiera existir en ese momento

"Pero no te preocupes, Luschka suele ser muy amable, sólo realiza sus rondas entre el pasillo y su compartimento, pero el resto te toca cuidarlo a ti".

lunes, 5 de mayo de 2014

Día 94: Igual

El estadio se mecía con los saltos de los miles de fanáticos que se movían al unisono, Fabian había dejado su asiento para ir al baño: había bebido demasiado y sin importar la emoción del juego, ya no podía aguantarse mas.

Camino al baño se cruzó con un hombre que cubría su cara ensangrentada con una camiseta y corría por el largo pasillo. Fabian volteó para ver al hombre, quien pareció detenerse, pero lego corrió mas rápido; extrañado, Fabian ingreso al baño con cautela, creyendo que el atacante seguía adentro.

El baño estaba oscuro y un olor a humedad se esparcía por todo el recinto, Fabian ingresaba lentamente buscando el interruptor, cuando creyó encontrarlo, su pie resbalo en un charco viscoso que parecía ser la sangre dejada por el otro hombre. Su cabeza dio contra un viejo tubo que salia de una pared, la piel de frente se abrió, separandose de su creando y dejando salir a la sangre atrapada en su interior.

Fabian se quito la camisa y la uso para detener la hemorragia mientras salia corriendo del baño; sobre su cabeza los saltos y los gritos de los fanaticos habían convertido al estadio en una ola que se mecía de manera ritmica y pausada. En medio de su carrera, pudo ver a un hombre que se acercaba por el pasillo.

A traves de la sangre pudo ver como el hombre se giraba para verle curioso, Fabian pensó en detenerse y pedir ayuda, cuando una punzada de terror lo atravesó: ese hombre estaba vestido exactamente igual a él, así que siguió su carrera mientras escuchaba como el otro sujeto se caía en el baño.

domingo, 4 de mayo de 2014

Día 93: Paréntesis.

He decidido poner mi vida entre paréntesis, que todo avance mientras yo me estanco, oculta y vital en medio de todo, que mientras otros pongan puntos y hagan pausas breves con las comas, a mi lean de corrido, con interés, que salten un pedazo para saber lo que se pone entre paréntesis.
Es que ese es mi sueño, ser mi propio texto en medio de una historia, dar una importante aclaración, un soliloquio, un chiste breve y por que no; darle sentido a todo el cuento.

Día 92: Planta.

La noche caia como una cortina de plomo sobre el viejo vivero, Armando había escuchado ruidos en la parte trasera, pensando que eran ladrones; tomo su viejo azadón y se sumergió en la fría oscuridad.
Temía que robaran su nueva adquisición: Una extraña planta traída desde las profundas selvas africanas; una sombra se movió en medio de la noche llamando la antencion de Armando, quien se dirigió raudo a proteger su nuevo material.


Un filo desciende por el aire frio y rasgando durante un segundo la oscuridad envolvente, se entierra en la espalda de Armando, paralisandolo al instante; dos figuras vestidas de negro lo cargan hasta la proximidad de la planta, quien parece olfatear el aire con un largo pistilo y abriendo lo que parece ser una enorme boca, empieza a arrastrar el cuerpo inanimado del hombre hasta sus fauces.
"Listo" Dijo uno de los hombres "Ahora que ha comido es seguro llevarnos la planta" "¿Y si le da hambre a la mitad del camino" Pregunto el joven compañero. "Lo tengo resuelto" Respondió el veterano, y con agilidad, degolló al muchacho

                                                                                                                                              

Día 91: caminante

El caballero llevaba ya un mes buscando a la temible criatura que de oraba ciudades enteras de un bocado, la maleza del bosque era densa como piedra y la oscuridad creada por el alto follaje era asfixiante, el caballero sentía que en cualquier momento iba a tener un ataque de pánico; pero se abrazaba a su escudo y acariciaba su espada ocasionalmente.

No habían animales entre las sombra y sus suministros se agotaban rápidamente, lo que el caballero no sabia era que estaba condenado a morir en el lomo de la bestia que devoraba ciudades de una sola vez, el guerrero estaba en el lomo del bosque caminante

Día 90: Usted.

Usted, el del pelo corto y las uñas mordidas, usted el que toma cafe a las dos tarde y se desespera en el trafico. Usted el los ojos negros y el alma sucia, es a usted al que le hablo.
Si yo, con todos mi defectos y mis cosas sin arreglar puedo ver el barrizal en el que se esta convierto su vida, déjeme decirle, que usted debe estar en un problema muy grande; pero no se preocupe que todo tiene arreglo: si se quiere salir con la suya, deje de ser tan Usted y empiece a ser más como quiere ser.