La noche ya había mucho, pero la
mañana aun tardaría mucho. Pero por algún motivo no podía dormir, llevaba ya
dos horas dando vueltas en la cama y aún no podía conciliar el sueño.
Entonces, de la nada me pareció
escuchar un sonido vago, lejano y difuminado. Escuche en silencio a la espera
que se repitiera; allí estaba, era como alguien que arrastraba plástico sobre
metal. El sonido duraba 15 segundos antes de detenerse. Y tras un minuto volvía
a iniciarse.
Temía que alguien entrará a mi
casa, así que me puse de pie en mitad de
la noche, procurando no hacer ruido. El sonido venia del jardín; que iluminado
por la luna llena era una tundra plateada.
El ruido venia del fondo del
jardín, pero no podía ver nada, así que tome una roca y la arroje hacia donde
provenía; nada pasó. Pero un segundo después el sonido se hizo más fuerte y
pude ver a una figura trepando por los muros arrastrando una gran bolsa.
El pánico me invadió. Su cara
como la de una lechuza: con ojos negros como carbón que ocupaban la mitad de la
cara, sin nariz y con una pequeña abertura como de pico; pero su cuerpo era
como el de un mono pequeño, peludo y pálido como nieve. La criatura se alejó
saltando sobre los tejados hasta perderse en medio de la noche.
Hace casi un mes desde que avisté
a la criatura. Hoy tampoco puedo dormir, llevo dos horas dando vueltas a la
cama; y lo más aterrador: acabo de escuchar el sonido de alguien que arrastra
una bolsa de plástico sobre el metal en mi pasillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario