lunes, 1 de julio de 2013

Ruidos

La noche ya había mucho, pero la mañana aun tardaría mucho. Pero por algún motivo no podía dormir, llevaba ya dos horas dando vueltas en la cama y aún no podía conciliar el sueño.

Entonces, de la nada me pareció escuchar un sonido vago, lejano y difuminado. Escuche en silencio a la espera que se repitiera; allí estaba, era como alguien que arrastraba plástico sobre metal. El sonido duraba 15 segundos antes de detenerse. Y tras un minuto volvía a iniciarse.

Temía que alguien entrará a mi casa, así que me  puse de pie en mitad de la noche, procurando no hacer ruido. El sonido venia del jardín; que iluminado por la luna llena era una tundra plateada.

El ruido venia del fondo del jardín, pero no podía ver nada, así que tome una roca y la arroje hacia donde provenía; nada pasó. Pero un segundo después el sonido se hizo más fuerte y pude ver a una figura trepando por los muros arrastrando una gran bolsa.

El pánico me invadió. Su cara como la de una lechuza: con ojos negros como carbón que ocupaban la mitad de la cara, sin nariz y con una pequeña abertura como de pico; pero su cuerpo era como el de un mono pequeño, peludo y pálido como nieve. La criatura se alejó saltando sobre los tejados hasta perderse en medio de la noche.


Hace casi un mes desde que avisté a la criatura. Hoy tampoco puedo dormir, llevo dos horas dando vueltas a la cama; y lo más aterrador: acabo de escuchar el sonido de alguien que arrastra una bolsa de plástico sobre el metal en mi pasillo. 

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