Bueno mis queridos lectores, este texto también es un poco diferente a lo que suelo escribir, pero ni modo, espero lo disfruten.
Veo a todos esos enamorados que profesan su amor y viven de
la pasión, a esos les quiero decir que amor y pasión no son lo mismo.
La pasión es sorpresiva, explosiva y enloquecedora. El amor
es discreto, llega sin avisar y se expande de a poco, llenando nuestros cuerpos
casi sin darnos cuenta. La pasión es lo que te hace querer acostarse con otro.
El amor es el que hace que te quieras despertar a su lado.
La pasión vuela alto y lejos, el amor planea y se mueve en
las brisas cálidas que acarician los
rostros. La pasión despierta las mariposas en el estómago. El amor nos crea un vacío
en el estómago que nos recuerda el espacio que el otro ocupa en nosotros.
La pasión es bailar bajo la lluvia; el amor es tomarse de
las manos en una noche estrellada. La pasión es el dolor de la muerte del ser
amado, el amor es la gratitud de haberlo conocido. La pasión es el deseo de
tener al otro, el amor es el deseo de su felicidad.
La pasión es amor que estalla. El amor es pasión que se
extiende hasta lo inverosímil. Y aunque tu tienes los próximos 100 años de mi
amor, yo me conformo con un segundo de tu pasión.
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