La noche se extendia inmaculada y fresca en el horizonte, abajo los pasajeros reian y bailaban al ritmo suave de la banda y la cabina se sumergia en un silencio y paz que invocaban a Morfeo y su canto para satisfacer al experimentado capitan.
Edward John Smith, con el pecho lleno de orgullo y aire marino se dejaba llevar por el ritmo y la alegria que revosaban en el Titanic. Se hallaba cabeceando, al borde del sueño cuando un canto, un ritmo, una melodia lo desperto, la cancion parecia venir de la nada y solamente sirvio para despertar al viejo lobo marino.
La noche avanzaba, los festejos se hacian mas alegres y muchas parejas se dirigian a dormir, pero Smith seguia alerta, el canto no se habia detenido; por el contrario se habia hecho mas fuerte y mas dulce. Tras varios intentos en vano el capitan por fin pudo localizar el origen de la cancion: venia del mar, el reino de poseidon tambien estaba de fiesta y Smith era el unico testigo de la banda que tocaba en las profundidades.
Tras varias horas escuchando la medolia que se le calaba en las venas y le llenaba la cabeza con historias de mujeres hermosas y aventuras en islas griegas la locura se apodero de Smith y este con un giro rapido volco al titanic ese 15 de abril de 1912 suemrgiendose a si mismo y a 1517 personas mas en las oscuras profundidades del Atlantico.
Se cree que la historia del iceberg fue inventada por los pocos y asustados sobrevivientes y un gobierno que conocia pero ocultaba el desgarrador poderio de las sirenas.
Edward John Smith, hasta ahora, la mas importante victima del canto de las sirenas.
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