miércoles, 9 de enero de 2013

Los monstruos de mi vida


Nunca le he tenido miedo la monstruo debajo de la cama, después de todo, esta debajo; se esconde de algo. Probablemente del monstruo que se aparece a los pies de mi cama, lo he visto mover una baldosa del piso y emerger desde los cimientos de la casa, cuando asoma su gran cabeza peluda y sus dedos sin piel, algo se mueve y hace que las tablas de la cama se estremezcan; entonces yo me cubro la cabeza con la sabana y el monstruo de debajo de la cama se acurruca en la pared justo bajo mi cabeza.

Ambos nos quedamos consumidos en el terror nocturno mientras la criatura con cabeza de cabello y tentáculos en el pecho sonríe en medio de la oscuridad. Lo veo a contra luz, con sus colmillos brillando en la noche. Algunas veces tira de mi sabana un poco y amenaza con destaparme, otras veces patea la cama y el monstruo de abajo se agita y gime; cuando la mañana esta próxima regresa a su baldosa y el monstruo de abajo y yo podemos volver a dormir. Hemos intentado aliarnos para sacarlo de casa, pero es demasiado aterrador  y ambos terminamos acurrucados en la oscuridad susurrándonos que todo estará bien.

He crecido y me he mudado de cuarto, el monstruo de debajo ha decidido acompañarme; después de todo hemos pasado por mucho juntos y él tiene miedo de quedarse. Ahora el otro monstruo nos espía desde una apertura en la puerta, a veces la mueve un poco y amenaza con entrar, pero nunca lo hace.

Mis padres vendieron la casa, y el monstruo de debajo se ha venido con nosotros, pegado bajo el auto de las mudanzas. Ahora el monstruo de los pies de la cama nos observa desde la ventana y la araña con manos que obviamente pertenecen a un muerto. Nuevamente el monstruo de abajo y yo quedamos acurrucados en las oscuridad.

Me he mudado, pues me dirijo a la universidad. Mi amigo de abajo ha venido con migo, y el monstruo también; no se porque nos persigue. Me digo que somos muy tontos, ya somos grandes y él nunca nos ha hecho nada; así que una noche cuando levanta la baldosa para salir me pongo de pie y me preparo para golpearlo con un viejo bate que era de mi padre. Pero en cuanto me acerco se abalanza sobre mí con su horrenda cara y sus dientes puntiagudos; eso era lo que estaba esperando él, que me acercara para poder devorarme.

No puede devorarme, en ese momento mi amigo de debajo me toma de los pies y me sumerge bajo la cama, entonces puedo verlo: es peludo, con un cabello puntiagudo y duro, tiene seis garras en cada mano, una cola cubierta de escamas y ojos rojos que brillan como zafiros. Lo veo llenarse de valor y salir para enfrentarlo. Los veo luchar y veo como mi amigo lo arroja por una ventana: Somos libres ahora.

Me he casado y tengo un hijo de seis años. Anoche me ha dicho que algo lo jaló de su cama y lo tiro al piso; está muy aterrado, así que cuando se marcha a dormir a casa de unos amigos, entró a su cuarto y miro bajo la cama; allí esta mi amigo y cuando le pregunto por qué tiro a mi hijo de la cama él me señala una baldosa que se ha movido.


imagen tomada de Linkmesh.com 

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