domingo, 27 de febrero de 2011

VERDUGO

Mientras sus ojos se vaciaban y su boca exhalaba su ultimo aliento ella recordo la primera cosa que ese detestable sujeto le habia dicho:

-"Un día de estos tu me vaz a matar de amor"

Desde entonces se habia dedicado a perseguirla, acosarla y a ahuyentar cuanto pretendiente se le presentaba, era grosero, altanero y siempre terminaba sus frases con alguna palabrota; se creía su dueño pero jamas hizo el mas minimo intento de seducirla o hacerla sentir amaday protegida.

Nadie más que ella le daba importancia, todos los demas le decian: "ignoralo, tarde o temprano se cansara y se marchara", pero no lo hizo, la persiguio en su casa y en los bares, fue hasta su trabajo y causo su despido. Al final tras 3 agotadores años ella decidió darle fin. Lo llamó y le invito a cenar.

Esa noche la luna se escondia timida tras un nubarron negro que desdibujada el horizonte y fucionaba la tierra con el cielo en un eterno abrazo color carbon, él se puso su mejor saco y corbata, lustro su zapatos y se puso esa costosa colonia que su padre le habia regalado hacia ya tantos años.

Ella lo esperaba con ajustado vestido negro que resaltaba sus curvas y hacia juego con sus preciosos ojos verdes, los labios rojos con una diminuta capa de brillo, unos tacones de punta alta y unos pendientes que resaltaban su cuello delgado y su prominete pecho.

Él sintio un cosquilleo en el pecho en cuanto ella lo beso en la mejila, le sirvio una copa de vino rojo, la mejor cosecha que hubiese sido embotellada jamas. Comieron carne de cerdo en salsa de trufas y a él se le cayo el tener en varias ocaciones cuando bajo la mesa ella frotaba sus piernas contra las de suyas. Casi se asfixia con un trozo de zanahoria cuando ella le tomo la mano bajo la mesay la froto la pierna.

Al final de la cena, cuando las velas estaban casi consumidas, la botella de vino estaba en el bote de la basura y la noche se debilitaba ante la inminente llegada del amanecer ella se levantó, le tomó la mano, lo miro a los ojos y le dijo "te amo" besandolo sorpresivamante en los labios.

Ella se alejó para ver como él se sujetaba el pecho, mientras sus ojos se vaciaban y su boca exhalaba su ultimo aliento.

Le provocó un ataque al corazón. Él tenía rezón: ella lo había matado de amor.

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