Con los ojos chiclosos y el
cabello de algodón
Envuelto en una pijama de vacas
sonrientes
Flotó lentamente desde las manos
de su madre hasta el colchón
Luego, ella lo cubrió con una
manta de sueños emergentes
Por la ventana una luna se
asomaba
Y al igual que el pequeño sobre
una nube se acostaba
El maullido de un gato manchado
Hacia un concierto de eco en todo
el tejado
En la lejanía una estrella parpadeante
Veía con gran interés el sueño
del infante
Un barco de nubarrones se formaba
en el horizonte
Pero el viento cambió y lo
convirtió en un esbelto rinoceronte
El pequeño cerró los ojos con un
sueño entre los parpados
Esperando con ansias el nuevo día
para pasarlo jugando.
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