jueves, 20 de febrero de 2014

Día 20: Diamante

Tras 20 largos años en la oscuridad de una mugrosa prisión en algún mugroso país del tercer mundo, sin la mas mínima intención de confesar su crimen, el anciano frotaba la pequeña piedra preciosa que había guardado en diversas partes de su cuerpo, entre ladrillos de barro y bajo sabanas sudadas. La frotaba con sus dedos resecos y podridos mientras una sonrisa se dibujaba en su boca sin dientes. Los demás prisioneros miraban con envidia al aciano y a su diamante. Mientras el anciano buscaba en el pequeño diamante los ojos de su amada asesinada.

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