sábado, 22 de febrero de 2014

Día 22 Cine.

En la obscura sala de cine, no se encontraba una sola silla vacía, el aire estaba lleno del olor de palomitas viejas y soda derramada. La película, una de esas melosas predecibles corría en la pantalla descoordinada con el sonido  que salía de los parlantes que se erguían tras la ultima línea de asientos. Era la cuarta semana consecutiva que la sala mugrosa y pegachenta se llenaba mientras la película cursi y empalagosa se proyectaba incapaz de seguirle el paso a las palabras que brotaban en la oscuridad. El único motivo por el que la sala llenaba era que esta, fue la cuarta semana en que una ronda completa de parejas enamoradas, encontraba en la sala dulce, el lugar perfecto para amar. 

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