sábado, 8 de febrero de 2014

Día 8: Exhausto.

Estaba exhausto, ya no podía negarlo más. Con el alma hecha de confeti y el deseo resquebrajado se dio cuenta que no podía segur avanzando. Ya no tenía sentido continuar y todas sus metas se disolvieron, con una efervescencia que aun resonaba en sus oídos; pero aun así siguió caminando, desgastando sus zapatos y sus sueños, dejando pasar los años y olvidando la juventud. ¿Por qué continuar? Bueno, sencillamente estaba exhausto de rendirse. 

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