miércoles, 2 de abril de 2014

Día 61: Sal

Siempre estaba herido, sangrando alguna parte de su cuerpo y exponiendo la carne: su blando y húmedo interior al mundo, nunca presto atención a esto, pues siempre consideró que lo que no te mata te hace mas fuerte. Pero llego un momento en el que ya no pudo ignorarlo más, el dolor y el ardor eran demasiado intensos; entonces miró sus heridas y descubrió con sorpresa, que era él quien las llenaba de sal.

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