La exigencia de la gran bruja mala era extraña y creativa, el caballero entendía la gravedad de su pedido pero aun así accedió. La bruja se acerco al pecho del héroe y poniendo las manos en sus hombros fornidos dio una larga aspiración. De la nariz y ojos del hombre empezó a brotar un liquido, al inicio cristalino, pero se tornaba más y mas turbio conforme seguía saliendo. Al terminar, la bruja empaco el líquido en una botellita de una onza y dejo marchar al caballero.
El hombre presuroso subió a la torre mas alta y desencadenó a la princesa cautiva. Ella se apresuró a los brazos de su amado, pero este la rechazo cortésmente. Fue en ese momento, cuando ambos se vieron a los ojos, que la princesa entendió que el caballero había vendido su memoria para salvarla y ahora no podía recordar lo mucho que alguna vez se habían amado.
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