domingo, 27 de abril de 2014

Día 86: Oficial.

El joven oficial patrullaba la ciudad de noche, parte de los defectos de ser el nuevo y joven en el departamento local de policía, era una noche tranquila, como siempre en los pueblos pequeños; dio un par vueltas en una calle vieja y de pronto se vio perdido. Aún no conocía bien el poblado.

Tratando de reconocer el camino giró en una esquina y se encontró de frente con un oscuro callejón, desde la oscuridad un par de ojos rojos brillantes lo miraban agazapados contra lo que debía ser la esquina. El oficial miró curioso, dio un vistazo a su alrededor y al percatarse que nadie lo veía, se puso de cuclillas, pensando que un viejo perro se había perdido.

Cuando nada broto de la oscuridad, el oficial sacó de su bolsillo una hogaza de pan y la arrojo a la oscuridad, pero no escucho que la comieran, algo mas intrigado, el oficial tomó la tapa de una botella y la arrojo contra los ojos rojos.

Repentinamente uno de los ojos se alejo del otro, casi medio metro, abarcando todo el callejón, el oficia, presa del pánico, calló de espaldas y arrojó su navaja, apagando una de las luces rojas. Iba a empezar a correr, cuando de la oscuridad, salio disparada la hogaza de pan.

Esto asombró al oficial, quien la recogió, justo después la tapa de la botella le golpeo en el pecho, mientras la luz seguía en el fondo del callejón, inmutable.

Los ojos de oficial se abrieron llenos de terror cuando un ultimo pensamiento ocupó su mente: "El pan, la tapa. Y la nava...

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