La
playa estaba congelada, como una fotografía puesta en todo el horizonte. Una
gaviota atravesó el paisaje para demostrarle a Rafael que el escenario estaba
vivo. El mar estaba frio y los peces saltaban desde las profundidades haciendo
brillar sus escamas bajo el sol ardiente. La arena estaba caliente, como un
gran sarten donde hervía la vida que se atrevía a atravesarla. El barco llevaba
algún tiempo suspendido en el agua, sin moverse, era como si lo estuvieran
sujetando desde abajo. Una gota de sudor resbaló por su cuello y quedo
suspendido cual gota de rocío en el cuello de su camisa. Él no quería venir de
vacaciones, pero Thomas había insistido mucho, decía que este viaje era lo que
necesitaban para reanimar su hermandad, como "mamá hubiera querido".
Pero
la pelea no tardó en desencadenarse, algo como que caña iban a usar para pescar
termino en antología de cada fracaso y humillación de los últimos 25 años y
Rafael, en un ataque de rabia lo había golpeado en la cabeza y empujado por la
borda , ahora el cuerpo sin vida de su hermano se hundía en el mar cristalino y
todo en lo que podía pensar era en el bello día que hacía afuera.
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