martes, 17 de junio de 2014

Día 137: Pregunta.


A Sofía.
Y a todo aquel al que le pueda interesar.

Querida Sofia, he pospuesto esta carta más de cien días, pero la pregunta que me consume me ha dejado como un cascarón vacío, sin más que angustias y desvelos. El insomnio vive en la cama conmigo y el tiempo parece tropezar con la misma piedra segundo a segundo.

Me han contado que tienes un nuevo trabajo, una casa de ensueño y unos hijos adorables con el cabello ocre y los ojos verdes. Me han dicho que el cambio de clima te ha sentado muy bien, que ya no se te enfría la nariz en las mañanas, entonces ya nadie te la calienta a besos. Me han dicho que ya note tiemblas las manos y por eso ya no le tomas las manos a nadie.

A mi todavía se me enfrían los labios y ya nadie me los entibia, sigo con pesadillas, pero ya nadie me consuela en la noches. Aun no aprendo a cocinar, y como consecuencia he bajado 5 kilos en un mes; la gente incluso me pregunta si tengo cáncer o algo así, y yo sólo puedo mirarlos con nostalgia.

Pero no es mi interés darte lastima ni mucho menos, sólo te doy un poco de contexto para que respondas la pregunta ¿valio la pena haber partido?

Con cariño.

Tu flaco. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario