viernes, 6 de junio de 2014

Día125: Pecho.

Eran las dos treinta de la mañana, el reloj digital lanzaba su brillo sobre la oscura habitación, cubriendo a Efrain con una manta verde fosforescente de luz. Hacia mucho que quería dormir, pero desde la muerte de su esposa, había tenido pesadillas en las que venían a buscarle.

Se dio la vuelta para ver techo, con la esperanza que la solida capa de pintura blanca le produjera sueño; los minutos pasaron y sus ojos cedieron, el sueño finalmente acudió a la cita. Pronto las imágenes empezaron a danzar frente a sus ojos: la terrible pelea, el gesto de terror y el cuchillo que se unía a su esposa; la sangre caía y le bañaba el rostro "Fue en defensa propia" dijo a la policía. Parecieron creerle, pero ahora la sangre no dejaba de salir, le bañaba el rostro el cuello y las manos; el liquido caliente bajo por su abdomen hasta deslizarse por sus piernas y caer formando un charco en el piso de la cocina.


El calor se hizo real, y la humedad también; en medio de su somnolencia pensó que se había orinado en medio de la pesadilla; pero al abrir los ojos, sentada sobre su pecho y bañada por la luz fosforescente, estaba el cadáver frio y sonriente de su esposa, con el cuchillo en la mano.

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