lunes, 23 de junio de 2014

Día 142: Muñeca.

La parte del cuerpo, no el objeto.
El viento ingresaba por la ventaba en la cálida noche de verano; los mosquitos zumbaban al rededor, esperando su turno para alimentarse. Un tajo de luna estaba suspendida sobre la casa alargando las sombras del jardín y dándole y un tono sombrío a la calle.
Marcela estaba inmóvil, sólo una respiración ocasional y un gemido ahogado daban testimonio de la vida que envolvían. El hombre estaba sobre ella olfateando a través de la delgada piel de su cuello el punto exacto donde la sangre casi rosaba el aire.

El hombre recorrió el hombro a pocos centímetros olfateando el aire cálido que emanaba el cuerpo se deslizo por el delgado y brazo hasta la muñeca; y haciéndole agua la boca reseca; el vampiro prosiguió a sacar a la sangre tan lenta y continuamente como podía.

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