La noche recorría las calles de la capital como una dama ebria: avanzaba lentamente dando tumbos en las esquinas, al interior de la pequeña oficina el equipo del candidato derrotado se sumergía en pequeñas oleadas de tristeza, mientras el ex candidato terminaba su cigarrillo numero 15.
Nadie se veía a los ojos, todos se sumían en sus propios pensamientos mientras a lo lejos, los partidarios del ganador hacían sonar las bocinas de sus autos y estallaban cohetes de felicidad. Finalmente el ex candidato se lanzó una pregunta al aire "¿De quien fue la estúpida idea de prometer menos futbol y mas desarrollo?"
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