La carretera era un túnel oscuro rodeado de gruesos arboles cuyas copas
se disolvían en el cielo negro, desprovisto de cualquier luz cósmica
proveniente de los rincones mas alejados y recónditos del universo. El auto se
movía silenciosamente por el pavimento, Axel
se esforzaba al máximo por mantener los ojos abiertos, el viaje era
largo y no había posadas cerca; así que lo único que podía hacer era seguir
conduciendo.
Una figura a lo lejos rompió el paisaje, parecía ser un hombre de pie, junto
a la carretera; no había ningún vehículo cerca ni luces que informaran como
había llegado el individuo hasta allí. Axel lo iluminó con las luces del auto:
Tenía un largo abrigo, cuyas mangas llegaban hasta las rodillas, un pantalón
negro y un par de botas; pero su rostro esta cubierto por una extraña mascara
blanca similar a las que encabezan los teatros.
Axel bajo la velocidad un poco pensando que la persona podría necesitar
ayuda, pero un instinto visceral lo hizo acelerar en el ultimo momento; un hombre
en medio de la nada, vestido de esa manera era muy sospechoso.
El camino avanzaba y a Axel se le había espantado el sueño, aquel hombre
perturbador en al borde de la carretera lo había hecho sudar frio. Entonces una
punzada de miedo lo atravesó: a lo lejos se veía un hombre de pie junto a la
carretera. Tal y como lo imagino el mismo hombre había aparecido varios kilómetros
mas adelante, así que Axel aceleró haciendo rugir al motor.
La bizarra escena se repitió al menos tres ocasiones, poniendo a Axel al
borde del asiento y cerca de un ataque de nervios. Finalmente, cuando las luces
de la ciudad se asomaban cerca al horizonte, la figura apareció caminando justo
en medio de la carretera, con un paso tambaleante corría hacia el auto, la
mascara se deformaba creando gestos grotescos e inhumanos. Axel dio rienda
suelta al acelerador y embistió a la criatura a toda velocidad; cuando el auto
golpeó al extraño ser, Axel sintió como si atravesara una pared gelatinosa y
viscosa, pero la criatura se desvaneció al contacto como una neblina oscura, no
sin antes dejar escuchar un grito agudo que rompió el cristal del reloj de
Axel; y golpes en el techo del auto.
Axel continuo a alta velocidad
hasta alcanzar los bordes la ciudad, pálido y temblando de miedo bajó del auto
en una estación de servició, mientras el encargado llenaba el tanque, él bebió
una taza de café caliente y horriblemente amargo en la tienda de autoservicio.
Cuando logró convencerse a si mismo que todo había sido una pesadilla causada
por el insomnio y la monotonía del camino, se dispuso a continuar hasta que el
empelado le entregó una extraña mascara cubierta de sangre:
-Tenga cuidado con su equipaje –Dijo el hombre mientras se limpiaba las
manos –Esto estaba sobre su auto, debió golpear un pájaro o algo así.
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