sábado, 23 de agosto de 2014

Día 202: Sábana.


La mudanza estaba tardando mas de lo normal, habían demasiados muebles para sacar de la casa y los dueños querían irse esa misma noche, así que ofrecieron a los hombres de la compañía, un pago extra por trabajar de mas. Santiago empezaba a sospechar que el dinero no valía la pena: los muebles eran demasiado voluminosos y la casa era muy grande, con muchas habitaciones.
La vieja mansión de apariencia colonial, con acabados de madera y granes lámparas polvorientas tenía un aspecto tenebroso a la luz del ocaso. Pero al menos ya casi habían terminado, sólo quedaba vaciar la vieja biblioteca, donde había un gran sillón y una lámpara cubiertos pos una sábana blanca.
Santiago pensó en cargar la lámpara y dejar a Moisés y Nelson con el sofá, pero al tocar la sábana notó que esta fría; su contorno era mas grueso de lo esperado: lo que fuera que hubiese allí era mas grande que una lámpara.
-¡Hey! –gritó Moisés a sus espaldas –deja de perder el tiempo allí y ayúdame con el sofá que es lo ultimo que hace falta.
-¿Por qué no cargas eso con Nelson y yo llevo esta lámpara, de todas maneras, ustedes son mas grandes?
-¿De que lámpara hablas? –Dijo Moisés con un gesto de enojo.

-Pues esta de aq… -Cuando Santiago se giró, no había mas que una sabana blanca extendida sobre el piso. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario