domingo, 10 de agosto de 2014

Día 189: Virus.


Se extrajo un poco de sangre y la deposito en el delgado tubo de acrílico. La agitó un poco y esta se extendió por las paredes del colector como manos pegajosas y agónicas que buscaban con desesperación la salida.
Al interior, un grupo cada vez menor de celular rojas se agitaban como balsas en un mar carmesí, células blancas se disolvían y estallaban como palomitas vacías en medio de una salsa viscosa. Pequeñas plaquetas se aglutinaban en el fondo, encerrándose a si mismas en una barrera granate e irregular; en medio de todo, seres con apariencia futurista y extraterrestre, similar a naves proteicas se desarmaban guiadas por milenios de evolución y suerte, encajándose en los armazones de la vida. Como fichas de rompecabezas que mutan y cambian su forma para transformar de apoco el dibujo final.

El virus logro camuflarse, usando el bote salvavidas de proteínas se replico así mismo, usando la fuerza de su adversario en su contra había logrado mejorarse a si mismo hasta niveles insospechados e incontenibles. Para el final del día, dentro de los diales llenos de sangre que viajaban camino a un mercado negro de armas biológicas, iba empaquetado un nuevo lote de “Selección Natural” 

No hay comentarios:

Publicar un comentario