miércoles, 17 de septiembre de 2014

Día 227: Mica. (Bacinilla)

Sin duda, uno de los pedidos mas extraños que me han hecho...
Ir a una finca de paseo había sido idea de su tío, años de trabajo en el  exterior le habían hecho desarrollar una extraña manía por mantener a la familia junta. El problema era que había pasado tanto tiempo desde la última vez que estuvieron todos juntos; que eran básicamente un montón de extraños en la misma residencia. Desde el comienzo había habido problemas para distribuir las camas, las tareas como cocinar y limpiar un poco; y las actividades en familia como jugar en la piscina, bajar al pueblo a conocer, jugar parqués o retozar en una hamaca.
La noche no había ayudado, mientras algunos miembros de la familia se habían acostado temprano, otro habían empezado a beber y ahora estaban en el pueblo continuando con la juerga. Luis se había quedado en el sofá de la sala viendo un programa de televisión que encontraba aburrido, pero era mejor que dormir o estar rodeado de ebrios que amenazaban constantemente en iniciar una pelea.
Debió quedarse dormido, pues se levantó en la madrugada, con dolor de cuello y ganas de ir al baño, la casa estaba oscura y alguien roncaba potentemente desde la habitación mas cercana. En la finca habían dos baños, uno en la habitación donde dormían las mujeres y otro en el corredor. Luis puso su mano en la pared y se guío en medio de la noche hasta la puerta; la abrió e introdujo su mano en busca del interruptor. La luz apareció lentamente mientras el bombillo zumbaba como un animal herido, cuando Luis iba a entrar vio a uno de sus primos ebrio, recostado en la tasa con lo que parecía ser una mancha enorme de vomito en el piso.
Luis salió al jardín, no había luna, así que era un gran masa oscura y fría que parecía extenderse como un gran abismo del mar profundo, sopesó la idea de ir a buscar un árbol, pero era muy tarde y tenia demasiado sueño para hacer eso. Junto a la puerta había una mica que alguien había adecuado como maseta, así que le dio vuelta y dejo caer la planta con la tierra húmeda a un lado. La acercó a su cuerpo y mientras se aflojaba los pantalones tuvo la sensación que lo estaban observado.
Miro a su alrededor, pero la negrura era impenetrable, cuando terminó, bajo la mica y la dejo en su lugar, esperando que al encontrarla a la mañana siguiente creyeran que la broma de alguno de los ebrios. A la mañana siguiente, se despertó cuando un alboroto tuvo lugar afuera de la ventana, un animal parecía haber destrozado mas masetas antes de correr al monte; antes que todos salieran Luis se aventuró y se paró en el mismo lugar que la noche anterior, desde ese punto se hizo obvio que quien sea que lo haya estado mirando, seguía la senda de destrucción causada por el animal, uno grande aparentemente.

Luis jamas pensó que una bacinica salvaría su vida.

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