lunes, 10 de noviembre de 2014

Día 280: Idea.




Cuando una idea se atasca, es como una espina atrapada en el medio de la nariz, un gran bloque que se aprisiona estrecho entre los ojos y amenaza con hacerlos saltar fuera de la cara.
Y a veces no sólo se atasca en la cabeza, suele enterrarse en el pecho, con raíces gruesas y palpables a lo largo de la línea del esternón, y se siente palpitar más o menos, en el quinto espacio intercostal. A veces se obstruye un ojo y lo pone borroso, con una neblina que descose la luz en una mancha húmeda y pegajosa.
Cuando una idea no tiene escapatoria puede convertirse en un dolor de codo, una oreja caliente, una mancha en el cuello, una comezón en el labio, el tronido de los dedos o una ceja despeinada. Sea como fuese, no se puede tener una idea atrapada para siempre, así que a veces se inserta en una escultura, en una pintura, en una canción o en un texto de 167 palabras.

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