domingo, 30 de noviembre de 2014

Día 299: Examen.


La mañana se entibiaba lentamente, casi de manera imperceptible. La luz del sol se extendía desde todos los confines del cielo, como si no hubiese un astro rey y la emisión proviniera de cada centímetro de bóveda celestial. Algunos hombres corrían en cámara lenta con grandes perros que se agitaban al paso constante y firme de la carrera, las mujeres abrían las ventanas para dejar entrar la mañana a las casas antes de regresar a dormir. La calle se llenaba lentamente de automóviles brillantes que cruzaban perezosos las calles vacías y silenciosas mientras pequeñas bandadas de pájaros desgarraban el cielo despejado. El día era perfecto para dormir o jugar en el parque; es una lástima que sea día de examen.

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