jueves, 4 de diciembre de 2014

Día 302: Bailarina.



Con su estilizada figura de cisne y sus manos frágiles, se tomo de las barras de equilibrio y levanto su cuerpo. El escenario estaba vacío, bajo una luz tornasol que se difuminaba hacia los bordes de la realidad atrapada en el viejo teatro. Una lágrima solitaria bajo por su mejilla y murió repentinamente al tocar el suelo gastado de madera del escenario. La bailarina realizo un complicado giro mientras continuaba sujeta a las barras de equilibrio.
Bailaba al ritmo de una vieja canción atrapada en los confines de su memoria, junto con viejos besos húmedos y perfumes que se esparcían por la noche. Levantó su cara, cerrando los ojos en un gesto teatral mientras hacia un gesto con la mano izquierda dando a entender a su inexistente público que la función había terminado.

Se aproximó a los bordes de la barra de equilibrio y con un rápido movimiento en el que parecía flotar, regresó a la silla de ruedas.

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