La
noche de brujas había resultado todo un fiasco: un montón de niños con
disfraces de personajes que ya no conocía, mujeres con disfraces picaros y
delatadores que se ofendían al hacer una insinuación. Ejércitos de disfraces
repetidos, lugares abarrotados, además de una pequeña tormenta que hizo que
todo el mundo se regresara temprano a casa. James llevaba su máscara de
plástico en la mano mientras las gotas delgadas como hilo continuaban cayendo
desde el cielo oscuro. Se suponía que esta noche iba de a ver un grupo de
amigos, pero todos ya tenían pareja, dejando a James sólo quien intentó probar
suerte por su cuenta.
Giró
en una esquina y vio un grupo de muchachos sentados en pórtico, riendo y
compartiendo algunas cervezas; cuando pasó frente a ellos, el más grande que
vestía una camisa roja a cuadros y unos jeans rotos le gritó:
-¡Hey
amigo, ¿Qué te pasa, porque tan triste?! –Mientras levantaba su cerveza en
dirección a James -¿La fiesta no resultó como esperabas?
No
parecían estar burlándose de él –“Algo así, no pasó nada interesante” –Dijo
James algo resignado.
-Bueno,
quédate y bebe algo –Le dijo uno que estaba de camiseta negra, con una barba
que se había recortado para que cubriera sólo el mentón mientras le ofrecía una
cerveza cerrada –Las cosas aquí están por ponerse interesantes.
-Sólo
tengo 16, se supone que aún no debo beber –James se frotaba la nuca, jamás
había bebido cerveza y esos muchachos parecían tener entre 20 y 25 años. Aun
así no quería quedar como un cobarde, y mucho menos en noche de brujas; así que
miro a su alrededor: las calles seguían vacías. –pero podría intentarlo.
James
se sentó en pórtico con ellos mientras bebía un poco, la cerveza le apreció muy
amarga para su gusto, casi como orina de gato –un pensamiento extraño pues
nunca había bebido orina de gato –Los jóvenes hablaban de películas de terror
nuevas y la comparaban con clásicos, James rara vez intervenía pero a ellos no
parecía molestarles. La lluvia menguó y algunas personas empezaron a salir de
sus casas para no perder la noche entera.
-Hey
chico –El muchacho al que todos llamaban Tony, quien tenía un arete en la nariz
le empujo el hombro amistosamente –Allí vienen un grupo de personas, ponte la
máscara y asústalos.
A
James le apreció una buena idea, más cuando los otros tres jóvenes empezaron a
asentir entusiasmados. James se puso cubrió su rostro con el trozo de el trozo
de caucho y salió de entre los arbustos gritando y moviendo las manos de manera
violenta. El grupo era de unas cinco chicas que saltaron hacía la mitad de la
calle y se alejaron corriendo sin mirar atrás, la risa de los muchachos en el
pórtico fue estruendosa y se le contagió rápidamente. James se quitó las
mascara y se sentó de nuevo con ellos.
-¡Este
chico tiene talento! –Carter, el que parecía ser el líder del grupo levantó su
cerveza para brindar y todos lo siguieron –Les dije que lo interesante recién
empezaba.
James
repitió su truco otras veces y en cada ocasión las personas salían corriendo
aterradas, muchos empujaban a sus acompañantes y los dejaban atrás, otros pocos
tiraban sus cosas antes de alejarse corriendo a la mitad de la calle, incluso
un chico mojó sus pantalones antes de salir despavorido hacia la esquina. Las
risas se hacías más fuertes y estruendosas, algunas saltaban con lágrimas y en
una ocasión Tony arrojó su botella de cerveza contra un costado del viejo
edificio.
-Eso
de verdad me alegro la noche chicos –James se quitó la máscara preocupado por
la hora, hace mucho que debía estar en casa –Gracias por la bebida muchachos.
Pero ya es hora de irme a casa, no quiero asustar a nadie allá.
-Hey
¿Te veremos el próximo año? – Carter levanto su cerveza a punta de acabarse
como si fuera un brindis o una promesa. La pregunta era extraña, podrían verse
cualquier otro día del año – ¿En el mismo lugar a la misma hora?
-Seguro
–James asintió entusiasmado, nunca antes se había divertido tanto –Los veré el
próximo año.
James
recorrió el camino de regreso, girando en la esquina y desapareciendo de la
vista de los jóvenes.
-Ven,
se los dije –Carter terminó su cerveza de un trago antes de ponerse de pie,
todos los demás hicieron lo mismo, ya nadie reía – Ese fantasma pasa por aquí
cada año, se supone que es de un chico que iba para una fiesta pero desapareció
antes de llegar.
-Casi
que no logro contener mi miedo, sobre todo cuando gritaba con esa mascara
puesta –Tony se puso pálido al recordar el cuadro –Estaba esperando que ese
puñal que tenía en la espalda se le cayera en cualquier momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario